Un poco de voluntad y contraloría social no caen mal

Como se destruye un CDI (II) La camilla

Tal como mencioné en mi anterior escrito, ayer domingo acudí por la mañana a reparar la camilla que se encuentra en la entrada del CDI “Angostura” de Perro Seco en Ciudad Bolívar.  

Al llegar al lugar, me consigo casualmente con un médico al que tuve la oportunidad de conocer en el local comercial de otro amigo en común. Al manifestarle mi intención, los tipos no salían de su asombro. Habla con fulano, voy y hablo con fulano. Fulano dice que si y me voy a desmontar la rueda. Desmonto la rueda. El origen del problema un tornillo que alguien no metió hasta el fondo y con el peso de alguien cedió la rosca y eso es todo. Trato de repararlo y me doy cuenta de que hace falta usar un torno y maquina de soldar. Entonces le pido permiso al funano para llevarme la rueda a reparar donde un amigo. No. Tienes que venir mañana a hablar con zutanita. Los médicos cubanos se indignan. La camilla lleva meses tirada sin uso, deteriorándose, y cuando llega alguien a ayudar, le ponen trabas. Se quejan contra la burocracia. Incluso me sugieren que deje eso asi. No pienso dejarlo, no voy a cejar en mi empeño de arreglar la camilla. Un amigo luego me dice: - tu si eres jalabolas – y yo le contesto: el día que tengas un accidente ¿te gustaría para ti una camilla operativa o una rota?

Ya con más calma pude determinar la razón de que la puerta de la entrada principal esté cerrada: el vidrio se partió. Accidente. Bien. Le pregunto al médico cubano de guardia y me comenta que el CDI tiene más o menos cuatro años de fundado y la puerta se partió mas o menos a los cuatro meses, es decir si este centro diagnóstico tiene más o menos cuarenta y ocho meses, la puerta lleva cuarenta y cuatro meses rota, lo que aproximadamente mil trescientos días. ¿en mil trescientos veinte días no ha habido ningún funcionario capaz de hacer un punto de cuenta para reparar la puerta principal de un centro de salud ubicado en el centro de una ciudad capital de un estado? Carajo!!!!

Me invitan a volver a las 8 de la mañana a hablar con fulanita para que me autorice a reparar la camilla. Desmonto la rueda y la dejo en recepción. Regreso a las 8 y cuarto de hoy lunes. Recojo en la recepción mi rueda y pido hablar con fulanita, para pedirle la autorización. La conversación fue agradable, me pidió mi número de teléfono y me da las gracias.  En medio de la conversación me entero que todo lo de la infraestructura depende de la fundación Barrio Adentro. ¿Será que los funcionarios de la fundación en cuestión tienen HCM y por eso nunca van a un modulo de barrio adentro? ¿Hace cuanto tiempo no viene un funcionario por estos lares a hacer una inspección de infraestructura? ¿Puede más la burocracia que la razón? ¿Apostamos a que sale más cuantiosa la cuenta de viáticos de estos funcionarios que el gasto de arreglar una rueda, cuya reparación no llega a 50 bolívares y cuyo reemplazo no llega a 300? ¿cómo se programan los mantenimientos de los CDI?

En cuanto termine de colocar la rueda reparada voy a continuar con la puerta, a ver que pasa….

 

(*) TSU.

xavuno@gmail.com



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Luis Xavier Rodriguez (*)


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