Unión vs. división

Es imposible que en una misma nación todos, absolutamente todos, puedan estar de acuerdo con el mismo programa de Gobierno. Es absurdo pensar que los intereses de los grandes capitalistas, aliados con las transnacionales, pueden ser puestos en sintonía con los intereses y necesidades del resto de la gente: proletarios, campesinos, capas medias o burgueses nacionales. Lo mismo ocurre en otros campos de la vida social.
 
No pueden articularse los intereses de quienes han hecho de la corrupción su forma de existencia con los de quienes han dependido de su trabajo, para alcanzar a proveer a sus familias de un nivel de comodidades y confort mayor que el disfrutado por el promedio de la población. En un campo más cercano a la cotidianidad, es muy difícil para quienes trabajan duro, son responsables y se prepararon para hacerlo bien, llegar a acuerdos con aquellos que son flojos, irresponsables y no tienen interés en formarse. 
 
El país está y estará dividido en estos diferentes grupos, clases sociales en el primer caso, y todos tienen, en principio, el derecho a participar igualitariamente en la escogencia de sus gobernantes. Los casos segundo y tercero mencionados pueden ser resueltos con educación, funcionamiento de los sistemas contralor y judicial y un régimen de méritos que se base en el conocimiento, las destrezas, el cumplimiento, la honestidad y la eficiencia en el trabajo que se realiza, a la hora de determinar sueldos y posiciones jerárquicas. Por supuesto, llevar eso último a la práctica en forma adecuada depende del Gobierno que se tenga, pero -en principio- la inmensa mayoría de los nacionales de un país pueden ponerse de acuerdo, sin muchos traumas, en tratar de impulsar cambios en ese sentido. No ocurre igual con la primera división señalada, la que debe tratarse por lo tanto de forma radicalmente diferente.
 
En las condiciones de la Venezuela actual, pienso que es posible el consenso de una gran mayoría de venezolanos (97%) en la implantación de un programa que cambie el modelo rentista existente por el desarrollo aguas abajo de la industria petrolera, que forme venezolanos altamente capacitados y preparados en todas las disciplinas y que desarrolle la producción nacional de conocimientos científicos y tecnológicos.


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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

 lft3003@yahoo.com      @LFuenmayorToro

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