Camarada Teófilo, te fuiste con tu sombrero de cogollo, te fuiste a otros espacios, con la sonrisa franca y el abrazo obrero.
Camarada Teófilo harás falta en esta tierra, caminado por este cerro, ayudando a quienes puedas y buscando organizar al pueblo.
Quienes te acompañamos en tus luchas sabemos que estabas triste, triste porque no conseguiste hacer todo lo que quisiste.
El bastón de la viejita, los pañales del anciano, un colchón anti escara, un remedio o una manta para alguien que no tuviera en el barrio, siempre ayudando a un enfermo.
Prestaste tu casa para los médicos cubanos, los ayudaste con esmero aun cuando no tenías mucho, fuiste en la lucha por la electricidad en tu barrio, proyecto tras proyecto, mejorando al pueblo, con esfuerzo. Defendiste la revolución en los peores momentos, fuerte y valiente, como los mejores elementos.
Te veíamos pasar, sin medio en el bolsillo, caminando, buscando siempre juntar medio para completar el pasaje para ir a alguna reunión para ayudar al pueblo.
Tu fuiste ejemplo noble compatriota, seguiremos tu sendero, ayudar, ayudar, ayudar a nuestro pueblo, ¡vive siempre eterno!, ¡vives en este pueblo! ¡Aquí nos quedamos contigo, luchando y sufriendo, pero siempre te recordaremos, compatriota, revolucionario y camarada, siempre amigo sincero!.
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