Hablando de cánceres y cancerados

No hay duda que un cáncer lo puede padecer cualquiera en cualquier etapa de la vida sin discriminar en cuanto a edad, sexo o condición social. De hecho ocurre -y puede que hasta diariamente- dado el estrés que hoy genera primordialmente la adoración al dinero así como a una presunta buena vida que, paradójicamente arruina las buenas condiciones que, justamente conducen a una mala vida, amén pues de las tendencias genéticas que tal vez el futuro científico pudiera hacer en nosotros eludibles.

Lo que además comemos y bebemos en altares de esa buena vida; lo que respiramos producto de esa buena vida y, en fin, los excesos que parece siempre demandar la buena vida, nos pudiera conducir indefectiblemente a pescar un cáncer (o un “canciller”, como decimos coloquialmente los venezolanos y venezolanas, quizás con fines de evadir un término que por fortuna cada día pareciera resultarnos menos terrorífico).

Hoy en Venezuela a algunos les ha dado entonces por hablar de cáncer; sobre todo, del prostático. Pero no por interés científico o profiláctico, sino más bien por el deseo de que se materialice –eso sí, de forma terminal- en un ser que ellos odian -con rigor a propósito cancerado- por el simple hecho de amar a los pobres. Pero sin darse cuenta a la vez de que, deseándolo con devoción pránica como lo hacen, pudieran ya padecerlo al menos dejándonos pilotar por los síntomas que presentan. Y, en este caso sería el de cerebro, cuya exacta etiología, por ahora se desconoce, pero que aquí en Venezuela pudiera descubrirse en cualquier momento estudiando la enconada naturaleza escuálida. Y sin descartar por supuesto el anal, en algunos casos que saltan a la vista…

Pero se preguntarán mis amables lectores cuáles son los síntomas del cáncer de cerebro. Pues veamos y además extrapolemos:

a) Dolores de cabeza: bueno, también pudieran generárselos las elecciones de 2012.

b) Náuseas y vómitos: bueno, también pudieran generárselos el sólo verles la cara u oírles la voz.

c) Cambios en la capacidad para hablar, escuchar o ver: aquí sí se ve en todos ellos y ellas muy patentes tales síntomas.

d) Problemas de equilibrio: este síntoma también se ve muy patente en esta gente.

e) Sacudidas o espasmos musculares: estos síntomas también se les ve, no muy, sino más bien burda de patentes. Sólo tres ejemplos: María Corina, Teodoro e Ismael.

f) Escasez, ausencia o, por el contrario producción de ideas demagógicas: estos síntomas se les ve, coño, inobjetablemente limpios.

Pero es que además los seres cancerados no son sólo los que sobrellevan un cáncer, sino también los que tienen su alma y su corazón pútridos o actúan en malignos proyectos anti patria (chica o grande).

canano141@yahoo.com.ar


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Raúl Betancourt López


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