Manuel Rosales
“Lechuguines y petimetres del mundo, uníos”
Roberto
Hernández Montoya cree que se la esta comiendo, después de habérsela
comido en la asamblea nacional, y ese es su error: no creas, te la comiste.
Aunque llamar amargados a los amargados de la MUD, no es precisamente
una tira cómica sino más bien una caricatura grotesca. Digo esto por
la dificultad que hay para conseguir amargados en el “cultural”
movimiento político llamado MUD – pese a los elocuentes entrecejos
de Capriles** Radonsky o Borges- que recoge lo mas granado de la inteligentzia
latinoamericana y que con toda razón nada les parece del rrregimen.
Nada les parece, todo le perece, parece ser la consigna y es que esa es su naturaleza humana (¿?), aunque un tal Roberto Hernández Montoya les hace la vida imposible, por alguna extraña envidia que lo hace desandar y lo ciega para no ver como están “llenos de vida” en la oposición y si una cosa no les gusta, pues no les gusta.
De verdad que los signos de los tiempos fueron adelantados por orden de la MUD, un poco para “tratar” de animal (debió ser animar) el espectro político de los venezolanos, especialmente la de aquellos que tienen la memoria corta. Por eso resulta sensacional ver a Mary Cori en una Moto de la GNB cual Juana de Arco, en caballo de metal, después de que recibiera – según la susodicha- un bestial pescozón, en su cara de porcelana china a fuerza de nanosomas de vitamina C y co-enzima Q10. Eso es un signo de los tiempos, así como de los tiempos es signo el llamado solidario que hace Ismael a los gringos para la aplicación de la política de tierra arrasada en su país. Esto si es para degustar Roberto.
Yo creo, con el debido respeto, que en todo este trance que se genera por el bendito articulo La Oposición Cicuta el amargado es el mismo Roberto Hernández Montoya, que luce mas bien como un profesional maculatum (del latín maculatus,-a,-um, 'macular , manchado, salpicado de manchas') y que con toda razón puede haberse ganado un chupichupi de cicuta de parte de la oposición por tan aberrante critica a los hijos mantuanos de Bolívar. La cicuta a la que se hace referencia aquí es a la que desde sus raíces griegas 'Conium, del griego Kṓneion,-ou n.; del latín conium (-ion), y que degusto con tanto gusto (esta redundancia es necesaria) Sócrates quizá con un poquito de vino Sanson, para envidia de Platón.
Debemos reconocernos Roberto, de una vez por todas que los que apoyamos el proceso no somos ningunos in - maculatum. Mírate, acaso no te has dado cuenta que si te llegas a ganar el cielo será por consignación, que quedara para lechuguinos, petimetres o temigas.
Porque no aceptar que verdaderamente los cubanos prepararon al caballo blanco del desfile y los conium de la MUD se dieran cuenta de la altanería del equino para que se parara altanero, contra el rregimen y una visión “caballeresca” (no tiene nada que ver con la caballerosidad de un Henry Ramos, por ejemplo) que habla de como hasta Sancho Panza y el Quijote se cuadraron con la MUD.
Hasta cuando va Roberto Hernández Montoya a seguir amargándole la vida y haciéndosela imposible a muchachos como Stalin, Ricardo Sánchez y el politólogo (según la formula Rosales y haciéndole la autopsia a la palabra -politólogo- polito, viene de polo y polo es helado en el Zulia entonces por un simple silogismo aristotélico podemos decir que Nixon esta preparado para estudiar los helados) de Nixon Moreno por el solo hecho de estar claritos…como el guaire. y su único recuerdo va unido al de un sabio que jamás dejó dos líneas escritas: Critón uno de los mejores analfabetos ilustrados que humanidad alguna haya parido, al igual que Rosales, que de haber estado en el acto de la muerte de Sócrates , le hubiese dicho a este SALUD, después de la copa de cicuta.
Stalin, Ricardo Sánchez y Nixon, sencillamente nunca necesitaron de Lino Valle y/o Nicanor Ochoa y esto parece dolerle a Roberto, (que a lo mejor en su época de estudiante se hizo adicto a Lino Valles) que con su amargura le resta meritos a Lester Rodríguez y su capacidad casi mágica de graduar a distancia, a quien se le antoje, que en esencia es su versión tropical de democracia participativa. Cuanta falta le harían estos muchachos hoy a Sócrates y a Platón.
Roberto Hernández Montoya ve luminoso el desfile militar. Luminoso no, luminosos –sino pregúntale a Jenofonte- serian las calles de Atenas en tiempos que Lisandro se venga de los persas ante la derrota en las guerras medicas (de seguro estarás pensando como cicuta el de la tira cómica acordándote de Rosales que a propósito de las guerras medicas estaría pensando – o por lo menos intentándolo- que el triunfo del paro medico es ya un buen comienzo para el fin del Chávez y la mejor expresión de las guerras medicas).
Tu que sabes de historia o crees saber, no le hagas la guayaqueta a la verdad histórica en su versión neoliberal y donde Jenofonte deja de ser Jenofonte para ser Loren Saled y su pretendida manía de reeditar su vida pasada, como pera de boxeo, o Ismael García y la conversación imaginaria que sostuvieron estos
.-"¿Dónde se compran las cosas
necesarias para la vida?"
Tras responder Loren,
el sabio volvió a preguntar al brillante muchacho de edad muy similar
a otro jovencito que, por sus anchas espaldas, llamaban "Plato"
o Platón, pero que realmente era Ismael
el de Podemos.
.-"¿Dónde se aprende a
ser un hombre honrado?" Pero Ismael no tuvo respuestas,
no supo responder,
el sabio le dijo:
.-"Ven conmigo y te lo enseñaré"….
Hasta que lo puso en contacto con Rosales.
Tantas mentiras, tantos dirigentes como esos hacen una exquisita copa de cicuta en las rocas… para el ardiente infierno y para que Xantipa (la viuda de Sócrates) rompa en llanto para toda la eternidad cada vez que le “mienten” a miembro alguno de la oposición venezolana.
En la oposición venezolana no hay amargura, por el contrario Roberto, como no has de darte cuenta de la alegría en estado puro en la MUD. Alegría que les dice a los venezolanos comunes que ellos no están hedionditos a formol, sino que somos nosotros los aspirantes a difuntos.
Y
mejor dejemos esto hasta aquí no vaya a ser que el otro Roberto tome
partido en defensa de los conium
de la MUD, a los que todo le huele, todo le duele. Pero si quisiera
que dejaran descansar en paz (digo esto con el peligro de tener
que dar la cara después ante la justicia por aquello de suicidio u
homicidio inducido) a Henry Ramos Allup y sus innumerables aportes a
la Filología y Dialectología Hispanoamericana. No vaya a ser
que rompa la ira y declare a brinco rabioso: Que Andrés Bello,
ni que ocho cuartos: la palabra aquí
soy yo, aunque esto moleste a Rosales y provoque
a Ismael García y su materialismo histérico.
Avisao:
*Sócrates el filósofo, no el futbolista.
** Cosa rara. Al escribir el apellido Capriles me salió la rayita roja debajo, al tocar el segundo botón del ratón me salió la palabra CARRILES, como el del otro: Posada. No será que nos están vigilando Roberto, no será.
espanel7@gmail.com