Caracas celebra hoy su cumpleaños 444 rejuvenecida. Dicen algunos que “pura fachada” a raíz de una masiva ciruja estética y con miles de jeringas full de dosis de botox. Latonería y pintura dicen otros. Mentiras “chavistas”, vociferan los más descreídos y ponzoñosos. Pero la realidad es que la Caracas que hoy observamos es producto de una evaluación que produjo un diagnóstico que ameritó una planificación, que a su vez provocó una serie de medidas y ejecución de unas acciones precisas y concretas. Nació entonces un plan para la Caracas Socialista que no es más que una Caracas para todas y todos. Una Caracas bonita para celebrar el Bicentenario de nuestra Independencia.
La primera medida, la más visible, fue contar con un sistema de recolección de desechos sólidos que funcionara e incorporara a los usuarios en esa dinámica. De poco valía que hubiera cientos de camiones si la gente no sacaba la basura a tiempo. Una tarea conjunta entre usuarios y autoridades dio el resultado buscado: Una Caracas limpia.
Paralelamente se realizó un gran esfuerzo por recuperar los espacios públicos abandonados que empezó por las mismas calles y avenidas, tomadas por los buhoneros, al igual que estaban tomados los parques y las plazas. Pero además se construyeron espacios públicos, espacios para el esparcimiento. También, simultáneamente a esa recuperación y construcción de espacios públicos se rescató, se visibilizó, se nos contó, se nos recordó que vivimos en una ciudad con historia. La recuperación del casco histórico de Caracas, que incluyó también calles, fachadas y el rescate y funcionamiento de teatros y cines hicieron resurgir gestas, epopeyas y triunfos que por décadas permanecieron convenientemente ocultos.
Y es que no estaban ocultos de gratis. La mentira mil veces repetida según la cual somos un pueblo “flojo”, sin historia, sin tradiciones, nos convirtió en un pueblo sin autoestima. Un pueblo susceptible de ser dominado. Y convirtió a Caracas, a los caraqueños y caraqueñas, en habitantes de una ciudad maltratada. Nuestra identidad como pueblo, y más allá como venezolanos y venezolanas, estaba escondida debajo de pegostes, de la mugre, debajo de vallas y gigantescos anuncios publicitarios que desaparecieron la arquitectura caraqueña de principios y mediados del siglo XX. Una ciudad que sólo era noticia para hablar de cifras de delincuencia. Una ciudad que sólo era noticia para hablar de colas, arrebatones y homicidios. Una ciudad que sólo era noticia para decir que era “ingobernable”.
Esa ciudad ha emergido y seguirá emergiendo. Emerge la dignidad, la autoestima, la historia, la arquitectura, las plazas, los parques… Emergieron los espacios públicos, en suma, para al disfrute de todas y todas. Emerge, emergió, una Caracas con 444 años orgullosa, conocedora y dueña de su historia. Encantadora y libertadora ¡Feliz cumpleaños, Caracas!
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@mercedeschacin