No se le vaya a ocurrir a Iris Varela como la primera ministra de Servicios Penitenciarios –recién nombrada-: inaugurar su cargo metiendo algún nuevo "preso político" en alguna cárcel del país que, arrase con la funesta carga de congestionar los espacios carcelarios con esa especie diferente que incomoda a sus derechos humanos, pues si el individuo en cuestión pertenece a un partido político, entonces es un preso político, no importa que no sea de primera como líder de la representación a que pertenezca y como las mujeres son más embraguetadas que los hombres en cuanto a tomar decisiones en el mando de responsabilidades. Existe el temor prematuro que eso ocurra por la terquedad gocha en acción.
Todo lo anterior viene al caso como una consecuencia de las quejas permanentes de la oposición que le suelten o le den vacaciones semestrales a esa gran cantidad de políticos que han caído en las redes de la justicia por solamente hablar mal del gobierno o marchar en contra y, que a diario los zampan en los calabozos del régimen que acaba con sus libertades y los incomunica a cargar como pena esa condena odiosa sin pasarlos por el poder judicial a hacer uso de su derecho constitucional.
Y como cosa del destino la enfermedad del presidente Chávez se transformó en una espiral contagiosa que atrapó a todos los presos políticos de la MUD que, respiraron profundo en orden a sus prioridades que de boca de la Fiscal General salió que, en este país no hay ni un solo preso político y, entonces uno no sabe a quién creerle si a la oposición o a la Fiscal, dilema nada fácil de resolver entre entes encontrados.
Lo cierto es que, la mayoría de ellos como mayoría de incomunicados padece de cualquier mal y por recomendación de sus galenos tienen que ir a curarse desde sus casas al servicio médico y es así que muchos de éstos pescaron sabañón y a otros les diagnosticaron urticarias repelentes y los que menos tienen están contaminados de insolación alérgica dentro de la picardía criolla y, lo más importante, ninguno sin cáncer de ninguna clase, ya que por información de la ciencia oposicionista se sabe que, ese mal ataca y aqueja a los personeros del gobierno dentro del chavismo y, lo mejor para descontaminar la situación de esos presos es enviarlos de vacaciones sin restricción a su hogar. La causa es noble de toda nobleza y se esperan leyes que hagan posible la comodidad de los mismos sin agitación inoportuna, ni malestar de ninguna forma que los encapriche de nostalgia solitaria.
Por lo que mucha gente se pregunta y para qué Ministra de Servicios Penitenciarios, sí los presos están libres y es tan así que los que estaban en el Rodeo II también se ausentaron y no se sabe cómo salieron de vacaciones sin retorno en todo ese enredo de presos comunes que tiene la balanza de las leyes en entredicho y los cuidadores están más tranquilos porque, ya no existen los pranes que los inconformen de irrespeto y el defensor de los detenidos: Humberto Prado como director del Observatorio Latinoamericano y Venezolano de Prisiones, está actualmente feliz y, de turista en España por alcanzar la fama carcelaria a favor de su esplendida misión, por lo que la MUD y Globovisión corren con los gastos de representación familiar.
La iniciativa y buena voluntad de la ministra del ramo se verá comprometida en visitas hogareñas que haga posible amenas relaciones entre los presos políticos en libertad condicionada y el Gobierno Nacional, lo que traerá una sindéresis ocasional con rosarios en familia entre ambas partes, dejando atrás la idea de salir del actual mandatario, Hugo Chávez y la esperanza de llegar a puerto seguro con viento de imaginación democrática es lo que se vislumbra sin recibir órdenes de otros rincones extraños al nuestro, por lo que el río de la convivencia llevará su corriente sin contaminación de desespero, ni del vete ya, a su máximo nivel de comprensión y unión con la paz soldada como emblema de buena voluntad.
Venezuela convulsionada por los "presos políticos" que con patologías específicas que antes eran de los pobres, salen a curar sus cuerpos en libertad, no así sus almas que destilan odio de sangre y se contagian cada día más de deseos malévolos que no calman su paz interna y que más de uno ha dañado con alevosía la vida de otros, hoy piden clemencia y ese será el destino de funciones que ejercerá sin distingo alguno dentro de las leyes de su capacidad vivencial la que una vez fue la fosforito y, que ahora tiene el cargo de ministra de Servicios Penitenciarios para que demuestre con una buena actuación que sí se puede arreglar con pasión, lo que siempre ha sido un “infierno” de incorrecciones malditas que enfrenta como afrenta la condición humana del venezolano.
Esteban Rojas
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