Porque eso de comer uno el lomito
y que otros coman las orillas o sus restos, como que la gente no se
lo cala más. Porque eso que propone el sistema de que seamos dos o
tres ricos y millones los pobres, cual esclavos para la riqueza de un
señor feudal, como que ya nadio lo traga. Porque eso de ir a la guerra
y morir inciertamente para salvar una patria que realmente no
es tuya, sino de una transnacional o ricachón, como que no lo quiere
nadie. Como que se cayeron las caretas y empezó a verse la llaga.
Porque es evidente que el sistema de la riqueza para unos pocos se despedaza
pero se la juega, como dando sus últimas pataletas de ahogado.
Usted mira panorámicamente y
se apesadumbra. Nota que la decadencia empieza a totalizar. Que el cinismo
empieza a cabalgar, cual jinete apocalíptico. Mira, atónito, cómo
se sinceran los humores, las mentiras, las verdades, la cuentas, los
cuentos, el alma verdadera del sistema capitalista a quien, en verdad,
tú no le importas un coño. Que las instituciones empiezan a comportarse
raras, parcializadamente, defendiendo intereses, con desparpajo. Ves
a la ONU, institución comunitaria mundial, tomar una bandera en defensa
de ciertos intereses y no lo crees. La ves ya guerrear, cual soldado
alistado en determinado ejército. Notas con asombro cómo los plutócratas
internacionales comienzan a recoger sus macundales, impúdicamente,
con la tremenda mezquindad del vil metal que los caracteriza.
Se robaron las reservas internacionales
de Libia y preparan ahora el asalto a las de Siria. Así, en vulgar
pillaje, como si esa vaina fuera de ellos, como si hubieran sido ellos
los que sudaron el culo atesorando. Porque el bicho capitalista no es
solamente el que atesora bienes a costa de la sangre de los demás; es,
por antonomasia, el ladrón, el pillo, el asesino, el que te deja en
la estacada en nombre del progreso y de la salud apenas te descuidas,
para recluirte, por el contrario, en la barbarie y la enfermedad.
Grandes loas a Venezuela, que decidió
rescatar el oro (11 mil millones de dólares) que se llevó un día
el Fondo Monetario Internacional (años ochentas) hacia las arcas de
estos bandido y traerlo a la patria, a Suramérica, para proponer crear
un fondo de reservas propio, latinoamericano, vía UNASUR, que los resguarde.
¡Carajo!
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