Sobre el petróleo

Se trata de un recurso natural no renovable, lo que significa que su utilización va disminuyendo inexorablemente las cantidades existentes en nuestro planeta. Es el producto energético por excelencia, pues es muy abundante, relativamente fácil de extraer y refinar hasta transformarlo en distintos combustibles, que se adaptan a diversos propósitos de consumo humano e industrial. La actividad industrial actual se hace principalmente gracias a la electricidad generada por la combustión de sus derivados. Lo mismo ocurre con el funcionamiento de todo tipo de servicios, tanto domésticos como urbanos. No es una mercancía que pueda ser substituida por otra en forma rápida, por lo que su demanda tiene carácter inelástico, es decir que a pesar de sus precios es adquirido obligatoriamente.

El petróleo es utilizado también para la elaboración de otros productos como fertilizantes, herbicidas, pesticidas y compuestos precursores para la producción de plásticos y derivados. Se trata de materiales de mayor valor agregado que el del petróleo o sus combustibles purificados, de gran utilidad en la industria química, alimenticia, farmacéutica y textil. La extracción de estos químicos de distinta utilidad a partir del petróleo y el gas natural se efectúa gracias a la ciencia de la petroquímica. Estos incluyen combustibles fósiles purificados (metano, butano, propano, gasolina, gasoil, queroseno, combustible de aviación), las olefinas ligeras (etileno, propileno y butenos), hidrógeno, amoníaco y metanol y productos aromáticos (benceno, tolueno y xilenos).

El consumo mundial de petróleo está alrededor de los 90 millones de barriles diarios, lo que implica que pudiera acabarse al cabo de varias décadas de explotación permanente. De allí la importancia de tener grandes reservas petroleras probadas, que garanticen su uso para el desarrollo de las naciones. Los países con mayores depósitos de crudo en el mundo son Venezuela, Arabia Saudita, Irak, Irán, Libia y Nigeria, buena parte de ellos en oriente medio, zona donde las potencias imperialistas se han establecido, para garantizarse la materia prima necesaria para el funcionamiento de sus maquinarias industriales. Otros países con depósitos de cierta magnitud son Rusia, Kazajistán y, en América Latina, Brasil y México.

Más del 70 por ciento de las reservas venezolanas de petróleo se encuentran en los 55 mil kilómetros cuadrados de la Faja del Orinoco. Se trata de un petróleo pesado, que requiere ser procesado para hacerlo utilizable. Dominar esta tecnología debería ser una obligación de nuestros gobiernos. Venezuela debería emprender de una vez por todas, un cambio radical en el modelo de explotación petrolera vigente desde hace 90 años, que deje de vender combustible fósil y pase a generar mercancías de muchísimo mayor valor agregado. Esto sí sería despegar del subdesarrollo.

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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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