No envíe más ministros a ninguna parte, Presidente, y recuerde cuáles son los puntos más importantes para ganar las elecciones

Hemos aplaudido la arremetida investigativa a los principales hospitales caraqueños ordenada por el presidente quien movilizó a los ministros, muchos entraron a uno por vez primera, tal vez en su vida o desde que son funcionarios de alto nivel (me disculpan si me equivoco pero…), en respaldo a la ministra Sader. 

Aún cuando todo se debe a la preocupación del Presidente Chávez por respaldo a la salud de los venezolanos en función de lo que a diario sale en los medios de comunicación, aunque sea por exacerbación de la oposición que, además, sólo destaca lo malo.  

Vimos que la culpa del estado deficiente de muchas áreas recayó en los contratistas de las obras. Pero no se debe solamente a los contratistas. Me explico: la situación se extiende desde los funcionarios de los ministerios e instituciones al efecto en la selección de los contratistas, incluyendo a las cooperativas. 

Le agregamos, como es lógico en obras de ingeniería, la presentación y seguimiento de los cronogramas de ejecución de las obras. Con un control que debe ser el día a día. Ingenieros o arquitectos residentes, según el tipo, y técnicos y buenos maestros de obra. 

Ah, y un asunto que es súper importante que se investigue, que el presupuesto estuvo bien elaborado en alcances, cómputos y montos, que no haya habido comisiones que dicen sigue como costumbre de la IV confesando a los contratistas ofreciéndole garantías y, lo más importante, que los recursos financieros estén completos.  

Napoleón decía, según leí por ahí, que para ganar las guerras sólo se necesitan tres cosas: Dinero…, dinero… y más dinero. Yo lo aplico exactamente para la construcción de obras. Observe la celeridad en la construcción de espacios privados, que no sean de la explotación inmobiliaria, sino Farmatodos, Mc Donal´s, etc., arrancan, no se paran y abren en el menor tiempo porque asignan todos los recursos ya que les interesa vender.   

Nuestras obras sociales deben concluirse a tiempo porque nos interesas servir bien. 

Toda la vida nuestros procesos de contratación y asignación de recursos han sido un problemón. 

Unas, que si sólo se le asignó un monto para el arranque; lo presupuestado no alcanzó, que hay que esperar los recursos del otro año que de paso, por la eterna mala burocracia, empiezan a fluir en marzo.  

Otros, que no sale a tiempo el pago del anticipo, al extremo de que cuando la contratista lo recibe es un posticipo, y han tenido que recurrir a prestamistas que cobran 30% mensual. Y las valuaciones para el cobro, con mecanismos complejos, se tardan meses para volverlas dinero. 

¿Imaginan esto en las cooperativas o pequeñas empresas? Por eso es que los gobernadores, alcaldes y, supongo que dirigentes en otras instituciones, prefieren a las empresas con billete y que tienen facilidades crediticias en los bancos.  

Generalmente, para cumplir con celeridad en los inicios buscan, les sugieren, empresas de la IV, adecas o copeyanas, que acumularon bastante capital: “Arranca con una la  Asignación que luego te hacemos el contrato”. 

Y, lo más golilloso, que están prestos, por reiteradas costumbres       -incluso expertos amorales y contaminantes- a dar regalías. Porcentajes que superan el 10% del monto de la obra. 

Presidente hágale seguimiento a los recursos asignados a todas las obras, los pagos y los rendimientos. Puede tenerlo directamente en su computadora por ministerio, de todos los institutos, por gobernación, por alcaldía. Además que le envíen quiénes componen las empresas, le dará un susto. 

Siguiendo con los hospitales, siempre he sugerido se soliciten a los directores de los centros de salud, hospitales, ambulatorios, etc., y “de inmediato” para que no inventen, los programas de mantenimiento de todo. No existen, claro con excepciones a nivel nacional. ¡De ahí el desastre! 

La ministra Sader, exigiéndoles a los directores, administradores, debe tener la posibilidad de pulsar una tecla en su computadora y aparezca el movimiento diario del “manejo de los insumos” en cualquiera de los centros.  

Controles. Controles. Y meterle a aquella “utopía”, que todos pedimos pero quienes manejan las cosas no quieren, como son las “Contralorías Sociales”. Porque, además, no sabemos cómo se articulan, a quién rinden y actúan, cómo penalizan, etcétera. 

Como vemos denuncias cada año por las malas condiciones de muchas escuelas en todo el territorio nacional -aun cuando especulen en la cantidad- pero las imágenes que salen en los medios escritos y televisivos, regionales y nacionales, son muy descriptivas, no envíe los ministros a cada escuela.  

Leí, tal vez tendenciosamente, no sé, que de los 14 mil planteles educativos, 5 mil no están aptos para iniciar clases. Pero de ser cierto, es una cifra estruendosa. 

Goteras, falta de agua, baños deteriorados, pupitres dañados, y los robos, etc., etc., y niños que tienen que recibir clases en la calle, en los patios. ¡Una gran torta!  

Que son municipales, que son de las gobernaciones, o son nacionales. Qué importa a quién corresponde vigilar por sus “magníficas condiciones”, si nos corresponde a todos. 

El ministro, los ministros, ya que se incluyen todos los centros educacionales, igualmente deben tener en su computadora el informe semanal de los Directores de Zona, sobre cada centro educativo. Igualmente pida el programa de mantenimiento. El cronograma de inversión de recursos. Si llegan a tiempo. 

Desde hace años, creo que de tanto mencionarlo algunos lo repiten, he propuesto que todo proyecto, de cualquier tipo, debe tener el respectivo “programa de mantenimiento” y asignársele recursos para cuando se concluya la construcción, y no quitárselos nunca. 

Conciencia del cuido, conciencia del mantenimiento preventivo. 

Bueno, Presidente, apriete tuercas para que aprieten tuercas y siga la cadena de apretar tuercas, fuertes, con el torque adecuado, se nos pueden salir las ruedas del ferrocarril de la revolución y nos vamos al carajo. 

Como me he extendido sólo mencionaré los aspectos que verdaderamente impactan a los electores que si me lo permiten desarrollaré en la próxima oportunidad. Y en los que, aunque no sea nuestro fin pero es necesario para continuar, debemos ser efectivos y efectistas. O sea hacer las cosas y mostrarlas.  

Hacer viviendas dignas, muy bueno; construir universidades, mejor; sembrar y criar, excelente aún las deficiencias y la necesidad de exportar. Generar empresas de producción social, magnífico. Pero todo esto que se haga en algunos estados, en ciertos sectores de las ciudades, por buenas que sean no satisface al colectivo. 

Sí el transporte público y las condiciones viales, hasta las aceras; sí la salud; sí la seguridad personal; sí la seguridad social.  

Tenemos que afincarnos allí para consolidar el triunfo y, lo más importante, el bienestar colectivo, “la mayor suma de felicidad posible”, que es el principal objetivo de la revolución.  

Ya arrancamos la recta final, Chávez debe llamar a cada gobernador “revolucionario” y escucharles sus programas, sincerarlos, cómo proyectan el socialismo, que les informen todo de sus actividades gubernamentales y personales. Investigarlos.  

Igual con los alcaldes. Si no, estamos jodidos. Hay más de un desastre disimulado, tapareado. Y lo que es peor, ¡cabroneado! 

¡No podemos perder nada!

edopasev@hotmail.com



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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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