Hasta que los opositores pusieron de moda el hackeo de las cuentas de las redes sociales; pero es que emplean cualquier pretexto para que no les abra Twitter, Facebook o el correo electrónico, y así poder hacer el escándalo. No estamos muy lejos de que el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) tenga que sacar una mesita y colocarla en el frente con un funcionario, a fin de poder atender el cúmulo de denunciantes por este delito.
Ya a estas alturas, a los que no les han hackeado algunas de las cuentas no están en nada, pueden incluso considerarse twiteros chimbos, ¡uyyy que raya! ¡Qué dirán mis amigos! ¡Qué pena! ¡Trágame tierra! ¡Oh My God!; pero lean bien, señores lectores, viniendo de los opositores, esta situación no puede verse sólo como un chistecito de fin de semana. Sería una estupidez. Esa gente movida por el odio al presidente Hugo Chávez y el afán de recuperar el poder a como dé lugar en Venezuela, es capaz de cualquier cosa. Fíjense que es el único caso en el que los supuestos afectados no le han echado la culpa al Gobierno bolivariano o al comandante a mandíbula batiente. Se van por las ramitas y responsabilizan a supuestos chavistas sin mucho garganteo.
Pero eso no significa que no lo estén atacando ¡no!, he ahí donde está el secreto de su estrategia, dejan la cuestión intencionalmente a la imaginación de la gente, realizando una parafernalia que envuelve gestos, movimientos corporales, todo un lenguaje kinestésico, de insinuación, que deja entrever que detrás está la dictadura perversa, macabra y torturadora de Chávez, esa misma en la que se le pide a gritos diariamente la muerte al Presidente y no ocurre nada, y le permite a los corruptos casi al punto de alcahuetería, ponerse arrogantes, altaneros, y hacer campaña electoral cuando deberían estar presos esperando que les pongan en las manos un vaso de agua y un bollo de pan tieso.
No me cabe duda de que las alharacas originadas en torno de esos hackeos, es un plan perfectamente orquestado que forma parte de las acciones diabólicas que la oposición ejecuta en contra del proceso y que ha redoblado de cara a las elecciones, sino vean al embrollo en que mantienen diariamente al país; no muestran nada positivo y menos de la revolución, sólo se limitan a revolver en lo negativo, en la podredumbre, en la miseria de ellos mismos, porque así son las personas frustradas, llenas de rabia, cegadas por el odio y la indignación, lamentablemente. Denuncian a gritos lo malo que actualmente dicen ver, pero que en la IV República callaron y se hacían los que no veían nada. ¡Qué desgracia de políticos! Y esos son los que dicen que nos vienen a salvar del ogro Chávez.
¡Qué el Señor me perdone! pero en manos de esa gente que está de psiquiatra no descarto que estén contactando hackers, a fin de que les vulnere sus propias cuentas y poder armar el alboroto; si analizamos fríamente la situación eso les trae enormes beneficios publicitarios, porque para comenzar, los medios de comunicación se deshacen en titulares sobre el delito informático y obviamente el despliegue los oxigena mediáticamente, al tiempo que golpean al principal monstruo de la revolución venezolana que ahora anda con la cabeza rapada. Matan dos pájaros de un solo tiro como dice el dicho.
Además, les da caché, porque ¿a quién creen ustedes que le hackean las cuentas?, se supone que las cuentas se las hackean a gente poderosa, importante y he allí mi sospecha, veo que supuestamente le han violentado sobre todo Twitter a opositores grises, sin nada en la bola, carentes de peso específico en la política seria, de altura, unos tira piedras cualquiera, pero eso sí, les gusta salir más en los medios de comunicación que una pelota inflable en la playa.
En esos hackeos los enemigos políticos se aluden víctimas del presidente Chávez y dan a entender que este gobierno malvado y opresor, mantiene en contra de esa gente notable y fundamental, clave para esa Venezuela del futuro; una terrible persecución política. Y esto es bueno advertirlo, no vayan a decir que el proceder demente de la oposición así como las declaraciones de Leopoldo López, quien dice que Chávez no lo habilita porque le tiene pavor, se deben a acciones psicológicas del régimen en su contra.
Aclaramos tal situación, porque insistimos: esos son disparates de un loco, de un desquiciado afectado mentalmente por las ansias de poder que caracteriza a los opositores de este país, por el poder, el dinero, quizás por esas partidas que desvió cuando era alcalde de Chacao y los 60 millones de bolívares que recibió de Pdvsa para Primero Justicia…y de eso, mis amigos lectores, tiene la culpa él solito.
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