Alienación parental

Un reciente reportaje televisivo refiere la ocurrencia de un caso penal grave en Colombia, en el cual la madre de una niña, separada ya de su cónyuge, acusa al padre de ésta de haber violado a la menor, lo que lleva a la realización de un proceso judicial que termina condenando al padre a 27 años de prisión. En la sentencia producida aparece como fundamental la declaración de la niña señalando el hecho, mientras que son desestimadas las manifestaciones del padre negándolo y la ausencia de otras pruebas concluyentes. La juez del caso dijo que “los niños no mienten”, algo que muchas veces se señala a pesar de no ser cierto. El caso, sin embargo, no termina allí, pues años después la madre de la niña se retracta de la acusación y expone la terrible verdad de los hechos acaecidos.

La madre, producto del odio y resentimiento hacia su ex-cónyuge, pasó un año entero entrenando y enseñándole a su hija pequeña a decir que el padre la había violado, en una suerte de adoctrinamiento intensivo de la niña, que llevó a ésta a convencerse de que el hecho había realmente ocurrido, lo que le permitió afirmarlo en el juicio en forma que no dejara dudas. Este hecho, que puede parecer extraño a personas ajenas al área, es muy bien conocido en EEUU y países europeos desde finales de los ochenta, y ha sido descrito y estudiado profundamente como el “Síndrome de Alienación Parental”, que se da generalmente en casos de separaciones o divorcios traumáticos, en los que uno de los progenitores, el padre o la madre, generalmente quien mantiene la custodia de los niños, adoctrina a sus hijos para que odien, teman y rechacen al otro progenitor. En los casos extremos de locura se recurre al recurso de la acusación por violación por parte del otro progenitor.

En el caso que nos ocupa, un padre inocente sigue preso en una cárcel colombiana, su reputación y su vida completamente destrozadas y una niña, su hija, quedó marcada para siempre y mentalmente dañada, no sólo por la acción de su madre, sino por la actuación de una juez altamente prejuiciada, que no utilizó todos los dispositivos que las ciencias modernas tienen a disposición para estos casos. En nuestros países se han hecho frecuentes estas aberrantes situaciones; en Venezuela se suceden cada vez más a menudo y hay muchas publicaciones sobre el tema y algunas sentencias, que pueden ser consultadas. Su gran frecuencia ha hecho aparecer en muchos países organizaciones de progenitores inculpados falsamente de violencia y abuso sexual contra sus hijos, que llevan adelante estudios sobre esta materia, prestan ayuda legal a los afectados y disponen de sitios electrónicos de documentación y consultas.

El reportaje del caso descrito señala la existencia en Colombia de este tipo de organizaciones; hace falta su creación en Venezuela, donde la aplicación irracional o prejuiciada de la legislación vigente, está incrementando la frecuencia de estas injusticias.

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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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