CHÁVEZ EN LA GRITA. ¿SERÁ QUE UN MILAGRO TRAE OTRO ?
Este jueves La Grita, del Estado Táchira, fue centro del más alto testimonio de fe cristiana, con la presencia del Comandante de la Revolución que lució recuperado, definitivamente de su grave enfermedad por la gracia de Dios que le permitió a la ciencia médica descubrir y frenar el mal, que amenazó su vida.
Los actos maravillosos en los que se confirma una vez más la humildad de un hombre de carne y hueso, sirvieron para que todo un país vibrara desde su posición política, con una mayoría identificada con los sentimientos cristianos y como sierre con una minoría que sin un ápice de humanidad, mostró su rabia, producto de su desesperación por lo que estaba sucediendo en un pequeño pueblo enclavado en las montañas andinas.
De nuevo el sentimiento nacional en el que se convirtió este hombre excepcional desde el famoso “por ahora”, se vio reflejado en los rostros de niños y niñas, mujeres y hombres, ancianas y ancianos, muchos derramando lágrimas de felicidad, porque pudieron palpar muy de cerca, cómo este ser humano que se ha metido muy profundo en el corazón de su pueblo, volvía de nuevo, por la gracia de Dios, representado en el Santo Cristo, a tomar el contacto directo, mano a mano, beso a beso con lo que él más ama que es ese pueblo, del que durante cuatro largos meses tuvo que alejarse.
Comenzó, para alegría del pueblo andino y de casi dos terceras partes del país, el retorno prometido el día en que desde Cuba, en una demostración de entereza, por su propia voz nos anunciaba la terrible noticia de que le había sido descubierto un cáncer, se comprobó una vez más el poder inmenso de la fe que él manifestó en su mensaje, a lo cual se sumaron millones de voluntades en una multitudinaria oración, a lo largo y ancho no solo de este país sino del mundo, y Dios en su infinita misericordia, no podía desoír tantas súplicas juntas, y se dio el milagro que hoy todos celebramos y agradecemos al Altísimo. Bueno corrijo todos no, menos aquellos que se alegran con la muerte, los que saltaron de contento cuando vieron por los medios el cadáver del líder Libio asesinado vilmente por el imperio, para concluir a su favor sus acciones de conquista de un nuevo país, circunstancia aprovechada por la derecha deshumanizada que aquí padecemos, para desear similares situaciones en nuestro país, como única posibilidad de hacerse del poder y entregar la Patria de nuevo como lo habían hecho antes de la llegada de la Revolución.
Ahora bien el pueblo escogido por el líder, que había sido durante muchos años un sitio para el remanso y el descanso de propios y extraños, hay que decirlo y aceptarlo, de manera que aun no terminamos de entender, se ha convertido en los últimos meses, en un pueblo lleno de miedo, la delincuencia, esa que mata por encargo, que secuestra y extorsiona, se ha apoderado de la ciudad y hasta del campo, han aparecido rostros nunca vistos, con enormes y costosísimas camionetas últimos modelos, lo que ha coincidido con asesinatos inexplicables, y se han tomado la ciudad, dando al traste con la calma y la paz que era tradicional en este hermoso pueblo que concentra la fe de tanta gente creyente. Me cuenta gente allí residente que cuando vieron llegar a varios ministros, entre ellos el de Defensa y Relaciones Interiores y Justicia, sin saber que a lo que iban era a preparar la llegada del Presidente, respiraron tranquilos porque pensaron que llegaban a enfrentar el problema que afecta la tranquilidad de la población de manera inexplicable, lamentablemente no fue así, pero hay que aceptar que Dios sabe cómo hace las cosas, y la llegada del Líder que Él ha permitido esté y siga al frente de la Revolución, sea providencial pues éste pudo, con toda seguridad enterarse de lo que está pasando, en la ciudad que por cierto vio nacer a uno de los más conspicuos opositores, y que funge como gobernador, cargo desde el que no ha hecho absolutamente nada, a pesar de tener la primera responsabilidad, como la máxima autoridad del Estado.
En definitiva este jueves 20 de octubre, va a traer cosas muy buenas para ese pueblo cuna de tanta fe, no solo lo coloca en la historia como punto clave en el retorno definitivo de quien a pesar de enfermo nunca estuvo ausente, aunque sí del contacto directo con su pueblo, sino que va a servir para que se enfrente el fenómeno que ha alterado tan gravemente la paz de tanta gente, que aprovechó para pedirle al Cristo Redentor otro milagro, que seguramente le va a ser concedido, a través de la acción del gobierno nacional.
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