No es por cierto ahora cuando la reacción da sus primeros golpes, tienen doce años intentando separar al gobierno de su pueblo. No lo lograrán. Es bueno que hoy, brevemente, abordemos tres puntos que intentan ser paso adelante de los escuálidos: 1) Presentar a Miraflores como seccional del PSUV; 2) Intentar rescatar las ONG que dicen defender los Derechos Humanos y, 3) Las inexplicables declaraciones del médico Salvador Navarrete.
1) Una campaña bien sostenida y alimentada por la oposición golpista, pretende hacer creer que el Presidente Chávez ha convertido el Palacio de Miraflores -sede del gobierno de Venezuela- en una casa del PSUV. Bien se sabe de la enfermedad que aqueja al Presidente en estos días, de la cual, por cierto, pronto saldrá victorioso. El estado de salud del Comandante, y la necesidad de no abusar de sus fuerzas, lo obliga a permanecer buena parte de su tiempo en Miraflores, desde donde despacha ahora más frecuentemente, a diferencia de cómo era antes y como pronto seguirá siendo. A Chávez le gusta el encuentro con la gente en sus propios patios, reunirse con los compatriotas a donde ellos se encuentren, en sus barrios o fábricas, en sus escuelas o campos deportivos.
La reciente reunión que sostuvo el Comandante con el naciente Gran Polo Patriótico, renovado y redimensionado, que agrupa fuerzas políticas y sociales en torno al proyecto revolucionario, ha asustado a los enemigos del cambio, quienes salen a gritar que el Presidente convierte a Miraflores en sede del PSUV. Desengáñense, Miraflores no es sede del PSUV, es casa del pueblo con puertas anchas para recibir a cuantos quieran encontrarse con el Presidente. Esto es y será así mientras exista Revolución, es decir, por siempre.
2) Las llamadas ONG protectoras de los Derechos Humanos son -en el fondo y en la mayoría de los casos- protectoras de delitos y narcotráfico en las cárceles venezolanas. Yo asumo -corriendo todos los riesgos y consecuencias- la denuncia que de este hecho hago en mi recién publicado libro “EL RODEO, infierno de las cárceles venezolanas”. Ahora la oposición ha comenzado a darle mayor espacio en sus televisoras, radios y periódicos a esas ONG, pretendiendo presentarlas como salvadoras del mundo, ángeles que amparan a los pobres presos. La verdad es otra, son casi siempre favorecedoras del narcotráfico y del tráfico de armas en los recintos penitenciarios.
En el Rodeo y en otras cárceles -sostengo en mi libro- “dan el nombre de `Derechos Humanos´ a las personas que integran organizaciones no gubernamentales, ONG, entiéndase personas que integran sociedades civiles consagradas a la protección y defensa de los derechos del hombre. Venidos de afuera del penal, son visitantes privilegiados. Aunque cueste creerlo, muchos de ellos se convierten en mulas transportadoras de drogas y armas, más que eso, en mano derecha del narcotráfico, trasmutando su rol de protector de derechos humanos, es destructor social”. Plomo con ellos.
3) El médico Dr. Salvador Navarrete dio declaraciones a una revista extranjera, conforme a la cual el Comandante Presidente Chávez estaría próximo a la muerte, ya que tendría un cáncer indetenible e incurable. Pretende darle credibilidad a su cuento, basado en el hecho de haber integrado, en 2002, el equipo médico que en los tiempos del golpe se ocupó de la salud del Presidente y del personal de Miraflores. Sin desconocer ni descalificar desde el punto de vista médico y científico al Dr. Navarrete, cabe preguntarse, ¿quién lo mandó?, ¿a quién sirve con esas declaraciones?
Ha sido estrategia del imperialismo mundial, y ya no sólo de sus lacayos en Venezuela, hacer ver que el Presidente está más enfermo de lo que está, pretender convencer de que se encuentra próximo a la muerte, intentando que el pueblo mire a otro lado, en busca de nuevo conductor. La jugada es muy simple y elemental como para no descubrirla. Se le ve la orejota al escondido. Chávez se recupera a buen paso de su enfermedad. En este momento es insustituible, si bien por supuesto con el transcurrir de los años a otro le tocará el relevo, porque el proceso de cambio, la revolución en marcha, no tiene retroceso. Pa´ lante es que vamos con el Comandante. Las maniobras y cuentos no nos engañan, menos aún nos detienen.
(*)Luchador social y político