Hay que tomar en cuenta, que cuando ocurrió la matanza de Tlatelolco, Carlos Fuentes era diplomático del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, en Francia, y no renunció a su cargo. Es decir, puso en práctica exactamente la moral y el estilo de ciertos intelectuales que se dicen de izquierda y en nombre de ella le exigen a los demás que sean consecuentes con sus principios. Estuvo muy bien, viviendo a cuerpo de rey en todos los gobiernos del PRI. Le encantaba hablar mal de Eisenhower, Nixon, Reagan, Bush, pero sobre los grandísimos ladrones que fueron mandamases de su país, como Adolfo López Mateo, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Miguel Alemán Valdés, Carlos Salinas de Gortari no se le escuchó nunca nada porque a todos les jaló bola y de todos vivió a cuerpo de rey. Qué bueno y qué beneficioso le ha resultado vivir hablando pendejadas de los demás gobiernos del continente americano y no de los propios, cumpliendo lo que le exige la CIA.
El servilismo miserable de Carlos Fuentes, pues, le lleva a decir que Chávez es analfabeto y que sin duda pues, para él Gustavo Cisneros es más que un genio. Gustavo Cisneros "el adelantado", es una historia de riesgos premiados. También, de errores admitidos. Es una historia de oportunos cambios de velocidad. Del negocio del consumo perecedero, Cisneros pasa al negocio de las comunicaciones. De la generación de flujo de caja, a la generación del valor. Y siempre, antes del siguiente paso, la consolidación interna. La saga empresarial de Cisneros -digna de ser descrita por un Balzac o un Dreiser, y comparable a los Fugger renacentistas- posee, como toda vida, y vida, sobre todo, de acción- luces y sombras, derrotas y victorias, detalladamente descritas en este libro.
Ya vamos a ver hasta dónde llega la cultura de este grandísimo ladrón venezolano, llamado Gustavo Cisneros, y parte de eso aparece en el artículo de ayer sobre Cecilia Matos.
Resulta realmente insólito, digo, el que a esta mierda no haya alguien que lo haya desenmascarado en México. ¿Por qué será que La Jornada de México jamás lo ha presentado tal cual es?
Pues bien, todo eso explica por qué ayer utilicé textos cargados de ironía como “Esto resulta muy extraño en Gustavo Cisneros que vio y conoció de cerca ese asqueroso mundo, pero él no era un analfabeto como Chávez para dejar de coger lo que tenía que tomar de aquellas bacanales. Y tampoco él hacía negocios con políticos, como se lo había aconsejado su padre.”
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