Para nadie es un secreto que el capitalismo la está pasando mal.
La profundidad de la crisis no permite vislumbrar en el corto plazo, y a un bajo costo, la recuperación del “sistema”, pero hasta este momento tampoco parece señalar su fin definitivo debido a que el imperialismo, fase superior del capitalismo, tiene mucha capacidad de maniobra económica, política y militar.
Una excelente muestra de lo que es el capitalismo, tanto en esencia como en fenómeno, es la actual crisis europea, para conocerla mejor son importantes las cifras y en este sentido recomiendo un reportaje aparecido en el más reciente número de la revista América XXI sobre el G-20.
En Europa, y en el propio Estados Unidos, producto del “aprieto” se vienen tomando medidas antipopulares para materializar la vieja receta de hacer descansar sobre los hombros de la clase trabajadora y el pueblo el peso de la crisis que las políticas económicas burguesas generan: despidos, recortes salariales, aumento de la edad de jubilación, reducción de los presupuestos para inversión social, son apenas algunas de las medidas; la llamada eurozona en el tercer trimestre 2011 apenas tuvo un crecimiento de su PIB de 0,2% fundamentalmente gracias a la economía alemana, la más fuerte de Europa. Grecia es el país con la crisis más profunda, su recesión es tan grande que el PIB se contrajo 5,2% en el mencionado periodo lo que redundará en que más de 900 mil personas estarán desempleadas en este país al finalizar el año; en Portugal la crisis económica generó, como es lógico, crisis política, al sufrir el país lusitano una reducción de su PIB de 1,9% con un desempleo de 13,6%; en España la crisis económica crece cada día más y a la fecha este país tiene una de las tasas de desempleo más altas de toda Europa con un total de cinco millones de desocupados; Irlanda es otro país en problemas en Europa y además el cuarto, junto a los anteriores, con deudas públicas que superan el 100%.
Las recetas de los organismos “prestamistas” mundiales nos las conocemos bastantes, son las mismas recetas de canibalismo social que se aplicaron en la década de los años 90 en América Latina.
Este escenario, por mero conocimiento de la historia, permite proyectar la respuesta que el imperialismo norteamericano y europeo dará, y que viene dando, y que no será otro que la guerra; es una jugada cantada en la que Venezuela debe ser cautelosa por sus riquezas naturales, su posición geoestratégica y el antiimperialismo que propone a los pueblos del mundo como verdadera solución a la crisis permanente del capitalismo.
Además hay que resaltar que en este marco de crisis global en Venezuela se viene eliminando la tercerización y aumentando el presupuesto destinado a atención social y para el imperialismo esto es un mal ejemplo.
La realidad económica de la actualidad mundial, la respuestas de los gobiernos derechistas de Europa y Norteamérica, miembros del Grupo Bilderberg y de la OTAN, la amenaza de la guerra nuclear, la contaminación ambiental y el calentamiento global, el hambre en África y muchos otros detalles no solo justifican el fortalecimiento del Movimiento Comunista Internacional y de los movimientos progresistas en general, sino que nos señalan que el socialismo sigue siendo la esperanza de los pueblos por ser su única opción de salvación.
(*) Militante del PCV
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