Colombianos en vez de cubanos

No somos chauvinistas. Somos patriotas. Por ello no podemos estar de acuerdo, ni estaremos nunca conformes, en reemplazar a nuestros coterráneos por nacionales de otros países, sin importar cuáles ni el gobierno que lo quiera instrumentar. Nunca nos contamos entre quienes opinaban o fervientemente creían que si Chávez lo decía o hacía, estaba bien. Jamás hemos sido fanáticos ni mucho menos religiosos. Traer obreros chinos para que coloquen ascensores no es construir patria. Es simplemente dejar sin empleo formal a una gran cantidad de venezolanos, lo que  no sólo afecta la manutención de muchos hogares, sino que envicia la conducta de nuestro pueblo en relación con la necesidad de trabajar y no de simplemente mendigar. No queremos venezolanos pordioseros.

Esta posición la extendemos a otros grupos sociales: Las capas medias profesionales. De allí nuestra resistencia a substituir a los médicos venezolanos con médicos cubanos en la atención de salud de la población. Mucho menos en el desplazamiento de nuestras autoridades de salud por la misión médica cubana. Una cosa es la colaboración en determinadas áreas y otra, muy distinta, es el reemplazo de venezolanos por extranjeros. Con sueldos menores que el pago dado a Cuba y las mismas facilidades otorgadas a los médicos cubanos, se hubiera podido atender “Barrio Adentro I” con médicos venezolanos. Es una gran mentira, repetidas por muchos, que éstos no atendieron al llamado efectuado por el Ministerio de Salud. ¿A qué los llamaron y qué les ofrecieron?

La incorporación en un país de mano de obra tiene sentido si la misma no existe o si es insuficiente para los planes de desarrollo. Las inmigraciones de nacionales españoles, italianos y portugueses de mediados del siglo pasado tuvieron este propósito y fueron bienvenidas por todos los venezolanos. Otro tanto ocurre con las actividades empresariales extranjeras; son bienvenidas aquéllas que no se están realizando en el país y nos transfieran tecnología. Venezuela tiene un nivel de desarrollo que hace innecesaria y absurda la contratación de empresas o expertos extranjeros para sembrar plátanos, construir viviendas, extraer petróleo de determinados campos, depositar mercadería importada, producir acero, generar electricidad o administrar registros y notarías.

Ante esta clara posición, opositores al Gobierno como Leopoldo López y el Alcalde de Chacao ya tienen su respuesta: Traer colombianos de ultra derecha para substituir a los cubanos e imagino que a los chinos. El primero tendrá a Uribe como asesor en materia de seguridad (¿?), substituyendo a Fidel que nos asesora en todo. Emilio Graterón, por su parte, ya firmó un convenio con el equipo del ex Presidente colombiano, para traerse al “experto” en estrategia José Obdulio Gaviria, claramente ligado al narcotráfico y a los para militares, como asesor para los planes de seguridad de la Alcaldía. El mismo musiú con diferente cachimbo.    

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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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