Petk-(off)-sugirió que El “Chofer del Progreso” bota la segunda; a buen entendedor pocas palabras bastan.
De todos modos, aclarar no está demás. La credibilidad del referido vocinglero no vale un centavo y, por otra parte, ha de ser el autobús el que bote la segunda y no el referido chofer.
Cualquier desperfecto mecánico es un riesgo para los pasajeros, así que a ese bicho hay que revisarle la caja de velocidades (y, de paso, el tubo de escape para saber si los pistones están quemando bien) porque, sin descartar que pueda ser verdad lo de tal anomalía, en subida podría quedarse y recular bien feo hasta causar una lamentable tragedia.
Prevenir es mejor que lamentar; todo pasajero debe saber muy bien donde encaramarse pero es función de Tránsito Terrestre estar alerta para garantizar la libre y segura circulación de los ciudadanos por todo el territorio nacional.
Y, aunque sarna con gusto no pica, advertirle al sarnoso que la escabiosis es altamente contagiosa, especialmente entre personas que viajan de manera irresponsable. Es recomendable ir a un chequeo médico antes de tomar la decisión de exponerse a un accidente sin sentido.
La sarna no respeta clase social así que se vería muy feo una horda de escuálidos sarnosos en cambote atiborrando los CDI, a posteriori, para curarse.
¡Qué no digan que no se lo advirtieron!
¡Después de clavo
pasao no vale santa lucía!