Ante el Congreso de EEUU en 2008, con nuevas y más contundentes
evidencias científicas, el experto en
clima de la NASA James Hansen reiteró lo que dijo 20 años antes: “… el calentamiento global
potencia ambos extremos del ciclo hidrológico, es decir, incendios forestales y
sequías más pertinaces por una parte, pero también lluvias más intensas e
inundaciones”. Se quedó
corto frente a las terribles secuelas del cambio climático que están sufriendo millones
de familias pobres principalmente en ALC, Asia y África.
El Dr. Hansen sentenció: “Si
las emisiones siguen dependiendo de la lógica habitual del beneficio económico,
es probable que el nivel del mar suba al menos dos metros en este siglo”…con
todas sus consecuencias catastróficas. Vale decir, si no cambia el modelo
económico que antepone el lucro individual al interés colectivo y promueve el
consumismo desenfrenado destructor de la naturaleza, para favorecer la
acumulación de riquezas por una minoría privilegiada, es inexorable la marcha hacia
la destrucción del planeta.
La XVII Cumbre de la ONU para el Cambio Climático realizada en
Durban, Suráfrica, fracasó, porque no logró arrancarles a los principales países
emisores de CO2, liderados por EEUU, el
compromiso de disminuir sus emisiones para viabilizar una reducción total de
éstas hasta en 50% para el 2050. El retroceso ha sido de tal magnitud que
además de EEUU, ahora también Rusia, Canadá y Japón, todos grandes emisores de
CO2, no formarán parte del tratado de Kioto, con lo cual éste salió de la
Cumbre con un misil en el ala.
Los anuncios “eufóricos” de
la UE sobre los grandes “logros” de la entente, es un pote de humo para ocultar la verdad, porque lo único que
hubo allí fue el diferimiento hasta 2013
del debate. Si bien se aprobó la creación del
“Fondo Verde para el Clima”, el cual a partir del 2020 teóricamente debería facilitarle USD 100.000 millones
anuales a los países afectados por el cambio climático, éste fue solo un saludo
a la bandera porque quedó en el aire sus
fuentes de financiamiento. Estos magros resultados reafirman la actualidad del
llamado del ALBA en la cumbre de Copenhague: “No hay que cambiar el clima, hay que cambiar el sistema”.
gamarquez2@yahoo.com