Recuerdo con precisión que el 17 de septiembre del año 2009 miré en la red una impactante imagen de la Cancillera norteamericana Hillary Clinton conjuntamente con Roy Chaderton, nuestro Embajador ante la OEA, y me impresioné hasta el paroxismo visual.

Ese día, precisamente-por estrictas razones personales-estuve la mar de feliz, excepto por el susto de ver la citada imagen y no lo digo por el compatriota Chaderton, que ha debido asustarse también, pese a que ahí se le nota temple y serenidad.

Pero, vayamos por partes-“Jack el Destripador” (Dixi)-por un lado se observa a nuestro Embajador ante la OEA, Chaderton, un poco intimidado, así como si la Cancillera le hubiese dicho ¡Kiss me! Y, él luce sonreído pero como queriendo decir: ¡Zape gato!

A la sazón entonces yo no tuve la menor idea de que la referida foto de Hillary Clinton con Roy Chaderton pudiese haber sido un montaje de Benetton pero, “uno nun casabe” qué vaina es casabe y que vaina es arepa, de susto. Ahora sé que Benetton anda inventando vainas y bien pudo ser quien hubiese hecho esa foto; no sería extraño ver a este humilde servidor que soy, vis a vis, con Marialaloka, por culpa de Benetton.

¡Avemaríapurísima!

Pero, al grano:

Me han contado que Chávez anda pintando y que, por cierto, lo está haciendo bastante bien, lo cual no me consta pero no lo descarto. Le he oído decir a él mismo, que ha pintado cuadros pero francamente no he visto ninguno. Pero, yo Chávez, buscaría en la red-esa bicha de la que digo y, analizaría la posibilidad de reproducirla con los pinceles-para ver.

Pero, eso sí, yo deslindaría al Embajador Chaderton de la obra y me concentraría en la zafia, le dibujaría unos colmillitos bien afilados y le añadiría unos cachos y un rabo porque la mujer del Diablo debe no sólo ser sino parecer una verdadera Diabla.

Por añadidura, obvio, para complementar la indumentaria de la Diabla, no podría faltar un tenedor bien puyúo.

Yo Chávez, me guiaría por los criterios de Claude Monet-(a primera mitad del Siglo XIX)-que pinto varias veces a diferentes horas, la Catedral de París, con la posible idea de incorporar a su pintura la variable tiempo, que no es cuento.

No estarían demás las técnicas de Dalí, respecto a eso de pintar extravagancias concretas.

Yo Chávez, pintaría a Hillary Clinton en el esplendor de su escandalosa decadencia y trascendería la historia de la pintura pero, cada cabeza es un mundo.

No soy pintor sino un simple pescador artesanal (y, pecador id, también); no obstante, sí sé pintar alguito; supe pintar un buen cuadro de muchachos, no sin la compañía de una pintora extraordinaria. Solo, soy un inútil; es decir, que sólo soy incapaz, de estar solo, porque acompañado, me aplico a la creatividad artística.

Mas, vuelvo al quid de la cuestión.

Rembrant, Césanne, Da Vinci, Miguel Ángel, Goya, Rubens, Picasso y muchos más, dejaron para la posteridad, cifrados en sus pinturas, datos geniales, lecciones que sólo pintores de talento podrían descubrir.

Pero, Chávez pudiera superarlos a todos, con solamente guiarse un poco por el óleo “El rostro de la guerra”, pintado por Dalí en 1940, y hacer un retrato fidedigno a la Clinton.

La más severa crítica pictórica podría considerar dentro de mil veintiún años-es decir, en el 3033 DC-que tal pintura representaría en cuerpo y alma, el rostro del crimen.

Otros tal vez podrían decir: “Cara´e crimen”, óleo de 92,5 x 89,3 Cm. Pintado por Chávez en 2012, en Miraflores, pocos meses antes de su reelección presidencial del 7 de octubre del mismo año.

Y, aunque, como diría el Poeta Rainer María Rilke, que nada es más ineficaz que abordar una obra de arte con las palabras de la crítica, yo pienso que esas propias palabras son una crítica; de tal modo que de alguna manera…

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