“Tierra de leyenda de bravos guerreros…-Así le canto Alfredo Sadel, “Para cantarte a ti puse al arpa todas las cuerdas de oro”, le dijo Billo Frómeta, nuestro Himno dice que, “Seguid el ejemplo que Caracas dio” y yo, este humilde e irreverente plasma página le corroboro: “Oye Caracas tú si que estás linda en estos últimos meses”. Como por encanto Caracas se ha vestido de colores, de luz, de alegría, de amor…
Por donde usted la aprecie se verá el cambio. Una nueva modista llamada revolución le ha tejido el gran traje que la eleva a la categoría de verdadera hija de Simón Bolívar. Simplemente sea realista y no egoísta, sea verdadero y no mediocre, porque obviar que ahora si está como se merece la cuna del Libertador, es enanes, es una muestra de ignorancia.
El Paseo Los Ilustres, el bulevar de sabana Grande, son dos logos apenas donde podemos apreciar el trabajo de un grupo de patriotas, comenzando por las Juntas Comunales, Juntas, que hermosura, que se han adosado unido a la creatividad natural del venezolano común para desplegar todo ese arte que llevan adosado a la galerías de sus almas, como una manifestación de amor profundo por la patria. Igualmente por una cantidad de arquitectos, ingenieros, obreros, pintores, poetas y soñadores que se UNIFORMAN DE AMOR para impregnar el lugar por donde han de moverse diariamente, de belleza, de pulcritud, de honor, porque quien ama lo bello de su país, no admite que éste ande vestido de mendicidad.
Ay de los miserables que llevan pululando dentro de las galerías de sus oídos la enanes que le brota del odio. De esa inocultable pasión por minimizar la obra de centenares de patriotas. Ellos sienten la luz, la policromía, la arquitectura de los espacios que hoy adornan a nuestra amada capital, pero cierran los ojos, les quitan a su visión la alegría de poder percibir la luz externa que los ilumina…tal es la desvergüenza de los impíos, de los cultores del fanatismo, de los presos que abarrotan los infiernos de aquel que todo lo quema y lo destroza. Pero hete ahí que mientras más se perjudican síquicamente, más se agranda lo que no se puede ocultar.
La plaza Diego Ibarra es un lugar donde hemos visto el 25 de diciembre último, el incansable corretear de los niños, tales cometas atravesando el especio que un día se les negó, para pintarlo de risas, de travesuras, de “a qué no me alcanzas”. Cuando gobernó la nación venezolana, Pérez Jiménez ahí bailamos, ahí soñamos, ahí nació la Musa a la cual le escribimos poemas que se llevaron los años. Hoy ,después del desastre que sufrió en la llamada ”democracia” Puntofijista, se nota nuevamente recuperada, para que la familia acuda a dialogar, a disfrutar con sus pequeños y con los viejos amigos.
Sabana Grande es un lugar acorde con los tiempos modernos, donde la luz tiene más espacios para hacernos recuperar la vida. La plaza O`Leary bañando de agua la eternidad de su creador, con los altos edificios al fondo, midiendo el sol en el ocaso, tal una pintura inmortal sobre la bella Caracas, dotándola de hilos multicolores para que siempre esté maquillada de alegría. Los bulevares amplios y arregladitos, las plazas embellecidas, las iglesias, batiendo sus campanas en simetría total con la fe que todos practicamos… Caracas está bella, la Revolución supo practicarle el amor que deseaba, los frontales de los edificios limpios, por doquier una música que nos sigue en re o en sol, o en “cam-bur-pin-ton”, Caracas es una poesía…la amo, la admiro y sé que sin tener que meterme en el cerebro de los demás, ellos sienten lo mismo, porque quien tiene ojo debe ver y quien posee oído debe escuchar. Después de todo, ellos, los infieles a la esposa Caracas, están acostumbrados a ver ciudades bonitas en otros lugares del mundo a donde los ha llevado el odio que históricamente han sentido por la verdadera madre, a la cual olvidaron, abandonaron, porque ESTABA RODEADA DE UNA CLASE QUE HOY LUCHA por recuperar la libertad que ellos le cercenaron
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