Sin lugar a dudas, peor que golpear, vejar y humillar a un animal, es ver a la gente, golpear, vejar y humillar con el látigo de la indiferencia. La problemática de la crueldad extrema hacia la fauna, es una esquiva realidad, que por desgracia, se ha refugiado de quienes están obligados a conocer todos sus principios: la sociedad.
Niños, jóvenes y adultos sin discriminante alguna, deben de acatar responsabilidades en lo referente a la lucha diaria por defender, denunciar y respetar la integridad de los animales. Para ello, se requiere un previo reconocimiento de los individuos hacia la presencia de estos ejemplares, como seres vivos que dentro de su mundo, tocan a diario nuestra puerta, buscando abiertamente la forma y el fondo de su interacción con el Hombre.
Pero, para llegar a escuchar el timbre ecológico, es vital crear una conciencia social en la gente. Eso se logra dejando atrás la complicidad y la negación de estos problemas. Todos conocemos casos de crueldad animal, ya sea: en la casa de los vecinos, frente a una tienda, a las afueras de un estacionamiento vehicular, en una plaza o parque, e incluso, hasta en nuestro hogar, se podría estar presentando el abuso a una mascota.
Para erradicar esa clase de crimen, es necesario investigar y vociferar públicamente: las reglas, códigos y estatutos que rigen las atribuciones de los animales, tanto en estado silvestre, como en áreas protegidas, zonas de cautiverio o en recintos familiares. La razón de crear una ley, es para que se remita como un instrumento legal dentro de la sociedad organizada, y por ende, tipificar y aplicar los correctivos a las personas que infrinjan sus disposiciones.
Saber que en México, más del 65% de los animales, viven en estado de maltrato, sea por negligencia, vejación, abandono o por el lucro. En las calles de Beijing en China, se venden animales vivos (peces, insectos, mascotas), como llaveros decorativos para el disfrute de la gente. En España, la mayoría de los zoológicos dan fe de los atropellos a la fauna, esclavizándoles en jaulas, sin áreas de esparcimiento y sin respetar sus necesidades principales de vida.
Son realidades que muchos intentan soslayar La naturaleza del ser humano, nos hace analizar las razones socio-culturales que llevan a tal atrocidad. Quizás sería forzar una mirada dentro de nosotros mismos o acorralar: el respeto, la tolerancia y la aceptación de la biodiversidad que yace en la Tierra. De allí, que la legislación pública a nivel global, tiene un rol fundamental al momento de permitir o recriminar tales delitos ecológicos.
En Venezuela, existe la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio, aprobada por la Asamblea Nacional y publicada en el año 2010, y que se exhibe como un instrumento jurídico, por demás realista, tanto en el contenido teórico como en el accionar legal, para establecer los derechos de los animales y las responsabilidades del actor. .
Los delitos de crueldad animal, se tipifican según el grado de infracción, que van de leves, a graves y muy graves. Las multas se pagan acorde a una cifra de unidades tributarias. Los responsables del crimen, sea una persona natural, un show circense, una granja de contacto, parques de recreación, o cualquier otra forma de tenencia animal, podrían enfrentar juicios penales, que abarcan la privación de libertad, el despojo de la especie maltratada y la no posibilidad de adoptar animales en un futuro.
Básicamente, se busca proteger, controlar y conllevar al bienestar de la fauna. De allí, que el artículo 18, hace referencia a la necesidad de que los animales, se hallen en un lugar profiláctico, libre de riesgos a su integridad humana. A su vez, el artículo 21, trata sobre el registro legal de la mascota, por parte del propietario. Mientras que el artículo 66, especifica que el maltrato, implica la causa que infunda dolor en el animal, el uso de la especie a trabajos forzosos que lo pongan en peligro, la falta de controles veterinarios y el reincidir en delitos previamente tipificados por la ley.
Po tales razones, el artículo 74, pretende no sólo sancionar el delito animal, sino evitar el sufrir de la especie y el intento de reformar al infractor. Acorde a la situación, se podría sacrificar al animal, para acabar con el estado de agonía o agresividad que presente. El propietario, tendría que realizar trabajos comunitarios como mecanismo de reinserción social.
Lo cierto, es que el sustento físico no siempre es suficiente para evitar la impunidad de los delitos, y más aún, en lo relacionado a la crueldad animal, pues las reglas del juego, tienden a desconocerse tanto por la gente como por los organismos que les compete hacerlas cumplir. A continuación, le presentamos una serie de sugerencias, que junto a la Ley, permitan oportunamente: señalar, denunciar y sancionar el abuso animal.
Investigación
La búsqueda de información, es un proceso indispensable para que la posible denuncia proceda legalmente. Verifica cuál es la situación real de crueldad animal que se presenta. Para ello, precisa el sector o la localidad en la que se halla el lugar del delito (domicilio, empresa, centro de recreación). Puedes emplear una cámara de bolsillo o la toma de fotos del celular, para tener un contexto visual de la agresión.
De igual manera, entrevista a los vecinos del sector o a la gente que frecuenta las adyacencias del lugar del delito animal. Eso te permitirá saber, si se trata de negligencia, si existen previas denuncias del hecho, o indagar la condición psico-social de las personas que habitan el domicilio.
Es importante, que no emplaces a los posibles agresores o responsables del maltrato animal. Esa gente suele ocultar y falsear el estado de maltrato del animal. De hecho, al sentirse amenazados, tienden a llevar a la calle al animal, lo sacrifican o temporalmente resuelven la situación, pero luego vuelven a infringir la regla.
La prioridad, es proteger al animal. No es un problema Inter-personal o algo similar. Tampoco es indispensable que usted o los entrevistados, revelen su identidad, pues en caso de proceder la denuncia, ya quedaría un registro legal del hecho.
Haz la denuncia
Organiza los datos recopilados, en una carpeta o en un sobre, que incluya: las fotos, la ubicación del lugar, la fecha en que presenciaste el hecho, y una precisa descripción de lo que observaste.
Lleva la información, hasta instituciones cercanas a tu domicilio (policía municipal, asociación de vecinos, intendencias, consejos comunales, refugios de animales, centros educativos, religiosos o de índole ecológica). Aunque esa clase de material, debería ser recolectada por los oficiales de la entidad a la que asistas. Estos hechos suelen ser soslayados, por lo que el sustento físico es vital para que proceda la denuncia.
También, podrías emplear los motores de búsqueda de la Internet, como Google, Yahoo o Bing, para contactar asociaciones Pro defensa de los animales, que se encuentren cerca de tu domicilio. Emplea palabras claves, que te permitan ubicarlos, por ejemplo “Asociación defensa animal Tinaquillo”, “Maltrato animal Cabimas”, “Pro defensa animal El Junquito”, “Rescate animal La Grita”. Dependiendo del lugar de residencia, sustituye el estado, la ciudad o la parroquia antes de realizar la consulta.
Visita la página Web, anota los teléfonos o la dirección de email, y plantea la necesidad de hacer justicia por el animal. Suele ocurrir, que tales asociaciones, tienen asesores legales o conocen la terminología que te ayudará al momento de ir a realizar la denuncia.
Una vez entregues la información recopilada a la institución optada, deberás iniciar una fase de seguimiento, que te permitirá verificar si realmente se han aplicado los correctivos y las sanciones pertinentes al agresor, o si en detrimento, no se ha resuelto el problema de maltrato animal.
En la actualidad, una opción viable para evitar la impunidad, es subir la información a través de las redes sociales, foros Pro-defensa de los animales o Chats ecológicos. Recuerda que el maltrato animal es un delito que amerita sanciones legales, y quienes lo realicen, deber ser expuestos públicamente.
Si las autoridades judiciales no hacen su trabajo, es útil que los Cyber-nautas, relaten la situación de maltrato animal que presenciaron, investigaron y denunciaron, para que otras personas se interesen en describir abusos similares, y así crear campañas que eviten tal agresión.
Consideraciones
No adquieras, adoptes o cuides una mascota, para luego evadir responsabilidades. A veces las personas, por capricho, curiosidad o presión social, buscan la manera de acoger una especie animal, sin conocer el tipo de obligaciones que le confiere su tenencia.
Con frecuencia, se olvidan de las necesidades principales del animal, lo que deviene en el menoscabo de la salud de los ejemplares. Eso es maltrato animal, es un delito, y se deben aplicar sanciones al individuo que delinquió.
No asistas a eventos que utilizan a los animales, como entrada de ingreso, a cambio de vejarlos, humillarlos y exhibirlos en público. En general, los individuos buscan esos lugares para pasar tiempo en familia, pero hacerlo a costa de la integridad física de las especies animales, es lamentable.
Aunque los casos de crueldad animal, son una realidad latente a escala global. El intento de ayudarlos, denunciando al agresor, es una forma de activismo ecológico que los beneficia. Ir a centros educativos y bibliotecas, con materiales didácticos que expliquen la situación, es una gran fuente orientativa para que la gente investigue y asuma un rol activo en la defensa de sus derechos.
Email: carlosfermin123@hotmail.com