Como el antagonismo entre la oscuridad y la claridad, como la evidencia más significativa entre la madurez y la inmadurez, como la confrontación entre el conocimiento de la política, ésa la de P mayúscula y su desconocimiento, la mentira y la verdad, la experiencia y la inexperiencia, la malcriadez y el don de gentes, la claridad de conceptos y una inocultable condición de desconocimiento de la realidad, puesta de cara al pueblo, del respeto y el irrespeto debido, a la autoridad ungida por el pueblo, la confirmación de la capacidad para interpretar, una a un pueblo que ama y otra, representar a uno, el menos, que odia. Eso fue lo que los venezolanos tuvimos el privilegio de ver y oír a través de los medios por parte de dos seres que llevan el mismo nombre: MARIA, que por cierto le queda muy grande a quien a partir de hoy va a ser famosa por su suicidio político y va a ser recordada por la historia como alguien que dejó muy mal parado a un sector de la sociedad, el femenino que tiene entre sus características la dulzura, el comedimiento y la preservación de su condición de igualdad, pero con respeto de los derechos del otro sector y más cuando quien es calumniado, vilipendiado e irrespetado es la primera autoridad militar y civil de la Patria.
Fue muy grato ver a la MARIA, la llamada “leona” por ser eso, una verdadera emulación en su versión femenina del Rey de la Selva, que defiende y hace valer sus principios y que esta vez como nunca colocó en su sitio a la otra maría, así en minúscula que con su actuación irracional, pasó a se mosca, que bien sabemos es un insecto que se desenvuelve entre los albañales y estercoleros y que es un vector de trasmisión de muerte; ya venia descendiendo hacía tiempo desde que se le conoció como prepotente y en acciones desconocedoras de la autoridad del arbitro electoral a través de una organización llamada SUMATE, tarifada como se demostró plenamente, por el imperio, conocida por su visita, canillas al frente, al mas grande genocida de la historia de la humanidad, cuestión suficiente para que el pueblo, a pesar del enorme y estrambótico despliegue de publicidad la tenga en baja estima y sin la menor posibilidad de llegar con posibilidades, es decir no tiene ranking como para enfrentarse en un debate a ese peso pesado que luce sobrado y que en pocas palabras la dejó cual es, un pobre ser sin capacidad de adaptarse a la circunstancias y poder inferir cuando, cómo y qué decir en la majestad de un acto como el del informe anual del Presidente a su pueblo en la casa que ahora si es del pueblo como nunca lo fue.
Sólo basta oír las palabras de maría y MARIA, para hacerse a la idea de qué lado está la verdad; bueno fuese lanzar al ciberespacio y por los medios un video con las dos intervenciones para que a nadie le quede duda de quién es quién entre Revolución y oposicionismo, y para comprobar sin género de dudas y echar por tierra el cacareado discurso de que en este país no hay libertad de expresión, sobre todo en los escenarios donde el lacayismo vive acudiendo a acusar, a quizá el gobierno más democrático de las Historia de este país y más allá.
Si esta pobre mujer, comprobada mentirosa al presentar firmas chimbas, al negar su respaldo al decreto del golpe, al tergiversar deliberadamente cifras, al insultar al 60 por ciento del pueblo llamándolo indecente, quería debate allí lo tuvo para que se dé bien servida y si tiene un ápice de vergüenza, se meta a otra cosa, porque en las lides de la política, es una redomada fracasada.-
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