El miedo que aún meten las trampas electorales de los adecos

    Las triquiñuelas de los adecos en las votaciones han sido tan grandes en la historia comicial de este país, que aún cuando no son poder y están contra el piso es evidente el miedo que todavía meten en los procesos electorales.

    Tal apreciación puede observarse en el desarrollo de la campaña de los candidatos de las primarias de la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que –de realizarse- se harían el próximo 12 de febrero. No hay una encuesta que de como ganador a Pablo Pérez. Todas coinciden en que será brutalmente derrotado por Henrique Capriles Radonski.   

Un panorama que no sorprende a nadie, por lo menos en Maracaibo y Zulia. Ninguna persona con sentido común puede pensar que un “gobernador” como Pablo Pérez aspire a ser Presidente de la República, con el aval de la gestión que ha hecho en esta región. Cuestión que se afianza cuando interviene en esos famosos debates en los que a los candidatos, igual que a los malos estudiantes en las escuelas, les dan las preguntas y las respuestas para que las estudien en sus casas, y todavía salen raspados.

    En Zulia y principalmente en Maracaibo la labor del ejecutivo regional está totalmente paralizada. Aquí no funciona el transporte público, las calles son un desastre, la seguridad fue efectiva en diciembre porque los hampones se emborracharon y al otro día les temblaba el pulso, pero no porque el Gobierno zuliano hizo algo al respecto; no hay obras de infraestructura que apuntalen el desarrollo del estado, es decir, aquí Pérez sobrelleva la gestión con lo que encontró cuando asumió la Gobernación. El no ha hecho nada nuevo que podamos decir: “Dios te guarde”.

    Pero cuando se plantea el tema de las primarias en la casa, en la calle, en la oficina, en la montaña, todo el mundo sabe que está perdido precisamente por los resultados desfavorables de tales encuestas, e incluso, de las que ha hecho su misma gente, sin embargo se genera una incertidumbre debido al apoyo  de Acción Democrática ¿por qué? Porque fueron muchos los años en que este partido en elecciones  sumaba los sufragios con lápices de dos puntas, hacía votar a los muertos y enredaba a los viejitos analfabetas y con problemas de discapacidad, para sumarlos a su favor en las mesas electorales. Los blancos blanquitos les llevaban la mano como a los muchachitos aprendiendo a escribir las vocales en el kínder.

     Y hablo posiblemente de las trampas más comunes y quizás las menos significativas, porque en la dictadura de Acción Democrática y Copei, después de las elecciones eran frecuentes las cajas repletas de tarjetones comiciales en los basureros y escuchar comentarios sobre el robo de los sufragios a los pequeños partidos, así como de los pactos y los negocios a la hora de cierre en las diferentes mesas de votación,  situaciones que muchas veces trascendían a los medios de comunicación y se convertían en denuncias públicas, pero que nunca prosperaban debido que todo se quedaba en la complicidad de la dulce y jugosa guanábana.      

De modo, que no es para menos que con este mérito delictivo la gente tenga razones para dudar y pensar que como las elecciones son entre ellos mismos (los opositores), aun con la confiabilidad que brinda el Consejo Nacional Electoral, persista el temor de que en algún descuido, en un abrir y cerrar de ojos, en un pestañeo, Acción Democrática de alguna manera le de un palo cochinero a los otros partidos con Pablo Pérez.

    Ahora si el proceso es legal, no hay triquiñuelas ni pactos por debajo cuerda, Pérez no le gana a Capriles Radonski ni con Omar Barboza contando los votos.  Si gana sería muy grande y evidente la componenda, aunque estos opositores desprovistos de vergüenza son capaces de cualquier cosa.

    albemor60@hotmail.com



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Alberto Morán


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