La obra de la Revolución ha sido tan intensa, ha tenido tantos logros, ha cubierto prácticamente todos los frentes en la búsquela de minimizar las carencias el pueblo y reducir al máximo la pobreza, que quien definitivamente quede en la mamarrachada del 12 de febrero, ungido para que se someta a la más contundente derrota electoral que se recuerde en la historia de este país, se va a encontrar con qué no tiene nada qué ofrecer, porque todo esta hecho o se está haciendo en todos los frentes del desenvolvimiento de la sociedad venezolana-
Ello quedó en evidencia el 13 de enero cuando el Jefe de la Revolución, no solo demostró las realizaciones y desmontó las mentiras mediáticas, sino que anunció, como siempre lo hace, planes concretos para seguir la sostenida e intensa lucha contra los problemas, que es justo reconocer aun existen pero reducidos en un altísimo porcentaje, lo cual es reconocido por el pueblo y se refleja en las investigaciones de opinión y no de empresas al servicio del gobierno, sino reconocidas como abiertamente opositoras.
Es un drama, entonces el que vive la derecha, que se refleja en sus mensajes, basta verles la cara cuando se expresan, en la cual se refleja no sólo al frustración, sino el odio, en lo que más se destaca por cierto la única mujer que se anotó, de la que por cierto Marciano hace una genial semblanza en su último articulo titulado “Voto duro”.
Colocadas las cosas así en su justa y real dimensión, la única alternativa que le queda a la derecha vergonzante que aquí padecemos, no es otra que la de cantar fraude, cuestión que ya han dejado deslizar, en artículos de columnistas tarifados de los medios ídem y cuando dicen que el CNE debe ser cuestionado, pero también al negarse a declarar que van a respetar sin problemas la voluntad popular del 07-10-2012, a pesar de las conminaciones que desde varias instancias se le hacen, a manera de reto, que ignoran, igual que los medios de la canalla, a pesar de que están convencidos de que una vez más no van para el baile y la única ganancia que les quedará, como siempre será, un buen fajo de billetes, que de lo que les dan sus financistas se cuidan de apartar para sus bolsillos, entre otras cosas porque buscarán reponer lo que les tocó pagar para comprar su nominación como premajunches.
Este, pues, ha sido el destino de una caterva de ineptos políticos que se acostumbraron al facilismo en su manera de conquistar la voluntad de la gente, no se dieron cuenta que después de trece años de revolución y aun en contra de terribles campañas mediáticas, cargadas de mentiras, a nivel nacional e internacional, la revolución está muy metida en los corazones de una mayoría del pueblo que en alguna medida y de alguna manera, ha sido tocada, directa o indirectamente, por sus bondades y que no va a permitir que un recién aparecido, venga a querer revertir sus conquistas,
Es el drama terrible con el que se acuestan y amanecen cada día los señores de la oposición, que no terminan de entender la Venezuela que surgió después del Caracazo y que encontró una salida desde el 2 de febrero del 92, cuando se levantó con fuerza inusitada para marchar desde ese día bajo la inspiración de un hombre como Chávez, único líder que entiende y es entendido, de tal manera por su pueblo, que como jamás en la historia de este país se siente identificado, hasta el punto de vivir con él, todas las angustias y alegrías por las que ha pasado y que lo mantienen al frente con mayor fortaleza y cada vez más metido en el corazón de las grandes mayorías.
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