Si alguna fecha patria es celebrada con regocijo y renovado entusiasmo en nuestro país, es el 12 de Febrero, cuando recordamos la epopeya heroica de los jóvenes venezolanos que detienen el avance de los realistas hacia Caracas, encabezados por el sanguinario Boves. Rememorar el 12 de Febrero, ha sido siempre recordar la vitalidad de la juventud de nuestro país, que es reserva y punta de lanza de la Revolución que estamos construyendo en Venezuela bajo el liderazgo del Presidente Chávez.
Considero una burla, una afrenta de los escuálidos, representantes de la oligarquía y de lo viejo que ha de ser cambiado y estamos cambiando, hayan escogido el domingo 12F para la payasada que han denominado “primarias”, cuando bajo indicaciones precisas del imperio van a señalar quienes son los candidatos que enfrentarán, por un lado al Presidente Chávez, y por el otro a gobernadores y alcaldes.
Escoger el Día de la Juventud para un salto atrás como ese, por decir lo menos, es una afrenta a la historia de Venezuela y a los muchachos de la patria.
Sus razones tendrán los responsables que, desde las altas esferas de nuestro gobierno revolucionario, tomaron la decisión de no dejarnos conmemorar en las plazas públicas y en las calles el Día de la Juventud, argumentando que no quieren dar motivos a los escuálidos para que atribuyan el fracaso seguro de la payasada de Primarias, a las manifestaciones de calles y plazas que la juventud venezolana quiere dar, como siempre, en homenaje a José Félix Ribas y a la muchachada que ofrendo su vida y posibilidades por la libertad de Caracas, por mantener los bastiones ya entonces independientes, que pretendían reconquistar los realistas.
De una cosa pueden estar seguros los escuálidos -ahora mejor conocidos como premajunches- el Día de La Juventud es el menos apropiado para quienes representan lo viejo el pasado que nunca más volverá. Nos abstendremos este 12 de febrero de celebrar en la calle el Día de La Juventud, pero nada impedirá que el fracaso anunciado de las tales Primarias se convierta en celebración juvenil, en tiempo de entierro de lo que representa el pasado viejo y corrupto que no volverá.
Viva la juventud venezolana. Vivan nuestros universitarios y estudiantes en general, nuestros jóvenes trabajadores y campesinos, en cuya fuerza y voluntad reposa el triunfo y continuidad del proceso que, iniciado por el Comandante Hugo Chávez hace 20 años, concretado hace 13 cuando asumió la Presidencia de la República, tiene camino y trecho por andar. El esfuerzo que hemos hecho y hacemos debe superar las zancadillas de los opositores, siempre dispuestos a aguarnos la fiesta. No pasaran.
(*)Luchador social y político
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