Finalmente la extrema derecha venezolana resolvió, a un altísimo costo político, lo de la candidatura presidencial para la ciclopéica tarea de tratar de vencer al comandante Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del 7 de octubre próximo. Y más allá de las críticas, de las dudas en torno a las cifras aportadas por la MUD y el dudoso método de votación empleado, hay que reconocer que la derecha, tragando grueso y todo, tuvo que aceptar y reconocer al rector electoral que cuestionó y combatió todos estos 13 años: el CNE, y no sólo eso, tuvo que reconocer la fortaleza de la Fuerza Armada y el Plan República. ¿No creó la malinche María Corina Machado una agencia u ONGs financiada por la CIA norteamericana (la USAID) llamada SUMATE, especie de CNE paralelo para conspirar contra el gobierno?
Es decir, sus propias votaciones los llevaron a reconocer que vivimos en un régimen democrático, que Venezuela no es la dictadura o satrapía de Hugo Chávez como han pregonado todos estos años reiteradamente. Si se hicieron trampa o fraude entre ellos, ese es su problema, lo cierto es que utilizaron las armas que ahora son de la democracia popular –antes las elecciones y el voto era el arma de la burguesía para perpetuar su poder–. Si en verdad fueron los casi 3 millones de votos –por cierto votos no auditables– correcto, eso ni sorprende ni asusta al chavismo, esa no es su base electoral, es su techo, quizás se eleve un poco más porque ha aumentado el REP, pero siempre irán 25 o 30 puntos por detrás de Chávez.
EL 16% DE LOS VOTANTES SUFRAGARON POR LA EXTREMA DERECHA
Un heterogéneo universo de casi tres millones de votantes (16% del padrón electoral) eligió entre Pablo Pérez y Capriles Radonski, los demás pre candidatos sólo fueron o relleno o simple y puro distraccionismo para estimular la polarización y la tremenda, dura y desgarradora confrontación como al final quedó evidenciado. AD, Copei, Un Nuevo Tiempo, –representantes de la vieja y fosilizada política y del nefasto y tristemente célebre Pacto de Punto Fijo– no pudieron salir más vapuleados y reducidos a la mínima expresión de la nada política, es decir, virtualmente desaparecieron, incluso más allá de los pírricos votos de las elecciones de diciembre de 1998 donde Chávez los vapuleó hasta el estremecimiento y la bancarrota. La oligarburguesía, siguiendo el libreto del 2002, cuando Pedro Carmona fue su representante directo en el golpe y auto proclamado presidente de Venezuela por 47 horas; ahora un representante oligarca suyo, Enrique Capriles Radonski, será el candidato presidencial. Parece que en la lápida de los viejos partidos está clara la inscripción: RIP.
Esa votación de los supuestos 900 mil votos de los sufragantes por el corrompido Pablo Pérez, debilita en altísimo grado, como dijimos, al punto de su extinción, a lo que quedaba de AD, Copei y Unete. Derrota que le abre el camino al chavismo para la reconquista definitiva del Zulia, no sólo los municipios sino la gobernación. Igual en Táchira, Carabobo, Nueva Esparta. Pero no podemos dejar de preguntarnos: ¿votará esa masa –o parte de ella– por Radonski, su enemigo natural, de clase, o le dirigirá esos votos a Chávez?
A RADONSKI LO ELIGIÓ LA REACCIONARIA Y FASCISTA CLASE MEDIA ALTA Y MEDIA, MEDIA
Por su parte no hay duda que un sector reaccionario y ultramontano de la clase media alta y media, media fue el instrumento que utilizó la oligarquía burguesa y el imperio yanqui para apuntalar la gris imagen del golpista y subversivo de abril de 2002, el mismo que asaltó la embajada cubana y pretendió allanarla, violando de manera aviesa, descarada el derecho internacional y el respeto que tiene toda sede diplomática. El que persiguió a los altos funcionarios (caso del ministro de Interior y Justicia) del legítimo gobierno de Hugo Chávez, a los diputados revolucionarios (caso Tarek William Saab). Muchos son los flancos débiles de este sórdido y torvo personaje que lo hacen no sólo vulnerable sino que, sin dudas, son plomos en sus alas que no le van a permitir remontar el vuelo de la victoria como aspiran sus amos.
LA DUDA POR LAS CIFRAS DE LA MUD TIENEN FUNDAMENTO EN EL POCO CLARO SISTEMA ELECTORAL EMPLEADO Y EN ANTERIORES ACTUACIONES FRAUDULENTAS
La cifra de votos dadas al país por la MUD, de inmediato fueron altamente cuestionadas por muchos analistas políticos y/o matemáticos quienes aducen que ni votando un elector cada tres minutos, sin parar durante un período de tiempo de 9 horas que duró el proceso de las elecciones primarias en las 3 mil y tantas máquinas de votación, daban la cifra que dio la llamada Mesa de la Unidad.
Pero no sólo eso, las votaciones primarias fueron sin máquinas capta huellas, sin tinta indeleble, con cuadernos que serán destruidos por un equipo dirigente que en el referendo revocatorio metieron más de 300 mil firmas planas. De allí que la enorme sombra de duda que arrojan esos resultados crece día por día. Claro, dar una cifra más baja significaba irse por un despeñadero, ahora están al borde del abismo pero aún no caen, eso vendrá después, el 7 de octubre.
¿Qué es lo preocupante de todo esto?
Allí si hay que expresar preocupación porque esos sectores van a pretender que en las elecciones de octubre se aplique esa sórdida metodología, que en las elecciones no vayan las máquinas capta huellas, tampoco la tinta, sin contraloría de ningún tipo, es decir, que se les entregue el poder, ¿y si gana Chávez? Gritan: ¡Fraude! ¡Fraude! ¡Fraude!
Ya empezó la guerra de mentiras, la guerra mediática, vamos a enfrentarla con resolución.
LA DERROTA O AUTO DERROTA DE PABLO PÉREZ, ¿ACUERDO DE CÚPULAS?
No habían pasado 10 minutos de que fueron emitidos los resultados finales cuando Pablo Pérez salió a reconocer el presunto triunfo de Radonski y a ponerse incondicionalmente a su orden y a su servicio. ¿A qué venía tanto apresuramiento?
A las 2 de la tarde del domingo 12 de febrero habían votado tan solo 600 mil personas, es decir, del comienzo del proceso a las 2 de la tarde han pasado 6 horas, más de la mitad del tiempo de votación. A las 3 de la tarde Ramón Guillermo Aveledo le envía un mensaje a Salas Römer donde le da una cifra similar y finaliza su mensaje diciéndole; “Hay mucho dinero en juego”. Pero de las 2 a las 5, en sólo 3 horas se eleva asombrosamente la votación a la cifra de 2 millones 300 mil votos, de los cuales, un millón novecientos mil son para Radonski, volvemos a preguntarnos: ¿qué pasó allí?
La respuesta puede parecer sencilla, hay un acuerdo de cúpulas, Pablo Pérez pudo haber entregado su triunfo, aceptar volver a ser candidato a gobernador por el estado Zulia.
Volvamos a lo dicho por Ramón Guillermo Aveledo: “Hay mucho dinero en juego”. Precisamente pudo haberse tratado de eso, a Pablo Pérez o lo compraron o se vendió, no olvidemos lo que hizo el mercenario Leopoldo López que de la noche a la mañana, después de seguir a pie juntillas la línea que le trazó el gobierno yanqui de intentar desprestigiar y destruir al gobierno venezolano yendo por todos los países del mundo con el cuento de la violación de sus “derechos humanos”, y de repente, plaff, se espichó, traicionó su discurso y a los infelices que creyeron en él y se “alió” a Radonski.
Vamos a ver qué dice Ramos Allup que ha estado muy callado.
(Miembro del Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios) (Libertad ya para los 5 héroes cubanos presos en las cárceles y en las ciudades cárceles de los Estados Unidos) (Con Chávez y la revolución, todo, hacia los 10 millones de votos el 7 de octubre)