Yo no tengo biblioteca sino un cuchitril donde guindo tres tarrayas y etc aperos bien buenos, conjuntamente con algunos folletos del super condorito y similares.
Hace poco de viaje ocioso y oficioso con la autoridad decidimos entrar a Píritu y a Puerto Píritu y a observar como estaba la laguna y la pesca de camarones, pasear, comer y…¡Oh Pedro Navaja! Que en una placita, regada en una acerita, estaba una hilera de libros viejos en venta, por lo que ordené a la autoridad detenerse sin refunfuñar, lo que hizo a medias y ahí adquirí el objeto de una sobre-sorpresa: ¡Novelas de “Santo el Enmascarado de Plata” y parecidos.
No obstante que no es mucho, en el cuchitril hay un graffiti que reza así: “Triste historia del libro prestado que a menudo roto y nunca regresado por lo que hoy no fío mañana sí”
Ahora voy a agregarle que: ¡Ojalá la MUD no pase por acá porque puede raspar un fósforo!
La MUD dice no querer nada con el pasado pero quema libros como el Emperador Dioclesiano (Siglo III) en Alejandría; Savoranola (Siglo XVI) en Florencia; Hitler (Siglo XX) que en una sola noche quemó en Berlín más de 30 000 libros con la consigna de que cada libro quemado ilumina el mundo y Bush (Siglo XXI) que en 2003 invadió Irak y lo primero que hizo fue incendiar la Biblioteca Nacional de Bagdag.
Sir Goycochea-tutor de la MUD-hace poco quemó los chaguaramos de Caracas al grito de ¿Quieren que incendiemos esta ciudad también?
No extraña entonces que ahora, desafiantes, quemen sus propios libros porque son la misma estirpe a través de la historia, son los mismos, sólo que ahora andan mas locos, antes quemaban libros ajenos y ahora queman los propios.
Quemar libros es bien bueno para Ramón Guillermo Aveledo y su combo.
Así que ¡Avemaríapurísima!
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com