¡Qué tal, camaradas!
Siempre en esta eterna lucha, cada quien desde su tribuna, en defensa
de la Revolución, en lo defendible. Porque hay cosas que no podemos.
Defenderemos la obra
de Chávez, con sus errores, porque es el único Líder de la Revolución
Bonita y trabaja denodadamente, así como a la de algunos de sus hombres
de confianza, pero no podemos, aunque nos lo exija el PSUV o el Presidente,
la de gobernadores y alcaldes que desviaron sus rumbos revolucionarios,
y para nada socialistas.
¡Lástima por la Revolución,
lástima por las comunidades y en especial, mucha lástima por ellos!
Pocos nos habíamos pronunciado
en contra del CNE, principalmente por Tibisay y por los rectores, aún
cuando percibimos la torta puesta. El Presidente, respetuoso de los
poderes, pocas veces los llama a botón para que los retrógrados no
ahonden en sus críticas de que están bajo el manto de Chávez y opinó
como debería ser.
Los retrógados son tan
brutos, o insidiosos, que creen, o presionan a la opinión pública,
diciendo que los jefes de los Poderes Públicos hacen lo que les indica
el Presidente. Y lo corroboran, piensan, cuando en actos públicos todos
comparecen y saludan al presidente con sonrisas.
Será que quisieran
que lo vieran como con la cara e hipocresías de cuando la gran perdedora
Maricori se consideraba la Cristina, la Dilma o, allende nuestras fronteras,
la Hillary, o más allaíta, la Margaret de hierro. Esta dama de plastilina
no tiene pueblo ni antichavista, y no ganaría ni un consejo comunal,
claro porque, además, son populares.
Estaba crecida, como
otros, cuando al visitar comunidades populares algunos las acogían
con simpatía. No saben que es una característica cordial de los moradores
populares ante visitas de líderes.
Siempre recuerdo cuando
Claudio Fermín, candidato un poco más carismático que todos estos
retrógrados, moreno él, simpático, populachero, se asombraba con
los pocos votos a su favor y mencionaba que le extrañaba porque a donde
iba lo abrazaban.
¡Son retrógradas y
Brutos, no? Primero es un irrespeto total hacia esos profesionales,
y hacia todo un personal, profesional, técnico y administrativo que
labora en las instituciones. Quieren hacer ver que, por ejemplo, el
Contralor, ahora la Contralora, cuando ordena una investigación exige
los resultados a favor de quien él decida.
Los trabajadores en esos
organismos de los poderes públicos son de variado color político y
ninguno es un eunuco mental.
Y, segundo, olvidan
que todos, jefes y subalternos, trabajan cumpliendo con las obligaciones
inherentes a sus cargos.
Para descargo de Lucena,
y de los otros rectores, menos del escuálido Vicente Díaz, ellos aflojan
cuando hay requerimientos de la oposición para que no sean vistos como
chavistas. Pero parece que aflojan demás.
Por aparecer transparentes
en su apoyo dejaron que los “monstruos de la MUD para las trampas”
se los devoraran. Se pasaron de inocentes en creer en las palabras,
aunque intimidatorias, de Ramón Guillermo, que hasta en la liga de
Béisbol habrá negociado por sus costumbres copeyanas.
Y cuando los nombre -no
serán muchos- me disculpan que les dé escalofríos: Omar Barbosa,
Ramos Allup, Antonio Ledezma, y todos los demás miembros porque, sin
lugar a dudas, tienen cara de miembros… de la MUS
Creyeron en el rostro
y actitud de mosquita con parabrisas de santa Teresa Albánez. Todos,
aunque no sea en carnaval andan con disfraces de caperucita roja (cada
uno con su color) con el que ocultan a verdaderos lobos feroces de las
trampas de la vieja politiqueadera.
Esos tres (3) millones
trajinados, sin huellas, sin cuadernos, sin mostrar el chiquito mojado,
(quemados utilizando a su juventud quemadora, para que en cualquier
caso digan que son cosas de muchachos) servirán para presionar por
el resultado de las próximas elecciones presidenciales. Expondrán
que esa cantidad se debió a que no fue una contienda directa contra
Chávez, y que lo poco que sacarán es por fraude del CNE.
Tibisay, en “José
Vicente Hoy”, reconoce que son ambiguos, consideran que el CNE actuó
bien para estas primarias, y para las de gobernaciones y alcaldías
que ganaron y las de los diputados, pero nunca aceptan los resultados
que les adversan, y se preparan, como última esperanza de vida política
central, para declarar fraude electoral cuando gane Chávez en octubre.
Será el 7-O no
por fecha, sino como un resultado de un partido (esta vez contra los
partidos moribundos) por paliza o por goleada.
Sí ganarán elecciones
de gobernaciones y alcaldías en la proporción en que ganaron las de
los diputados por la ineficiencia regional. Cómo será tan arrecho
el descontento que en algunos estados, lamentablemente, los chavistas
se debaten entre votar por los ineficientes actuales o por algún retrógrado.
¡Abráse visto!
Sin embargo, conscientemente,
comentan que hay que calárselos porque, con tristeza, más vale malo
conocido que escuálido-retrógado por gobernar.
Y aún en contra de nuestra
voluntad acataremos lo que diga el Líder-presidente.
¡Que Dios lo ilumine!
edopasev@hotmail.com