El lenguaje es expresión de lo que se experimenta en el cerebro y si las personas no se comprenden, tienden a hacerse daños unas a otras. La ideología es al Zóon Politikon lo que las cabillas son a las paredes.
La ideología sigue siendo una expresión esencial de la conciencia y una ideología que no se sustente en sí misma, niega su carácter ético.
De por medio está el lenguaje, siempre; a veces franco y a veces camuflado el lenguaje sirve para decir la verdad o para mentir y cazar incautos, helos ahí a Chávez con una credibilidad sustentada en hechos irrefutables y, en contrario, a un candidato presidencial de la MUD ridículamente embustero al pretender hacer creer por mampuesto que las ideologías están en desuso, craso error creerlo.
No obstante a reflexiones que hice en “Biblia Santa necesita una fe de erratas” y que puedes ver-estimado lector-en la red, cito la caduca Biblia no sin añadir que se trata del único libro (o grupo de libros) que permanece sin siquiera alguna enmienda por más de “Dosmilaños” mientras que libros científicos no pasan una década, sin caducar.
Dice la Biblia en el Génesis que en la Tierra había un solo lenguaje cuando los descendientes de Noé decidieron edificar un pueblo y una torre cuya cumbre llegara hasta el Cielo pero que Dios se sintió insultado por lo que castigó tal insensatez trabando sus lenguas para que no pudieran entenderse entre sí y dejasen de pretender llegar al cielo por esa vía y para que cada quien se expandiese por toda la Tierra fundando sendos pueblos.
¡Tratase de la llamada Torre de Babel!
En un complejo acto de comunicación enrevesada con inaudito desparpajo la inefable plutocracia pretende posicionar ante la opinión pública a un muñeco con hilos-un tal Capriles-como contendor de Chávez a la próxima contienda electoral presidencial venezolana y para lo cual pretende apelar a una especie de “torre de babel” pero, para subir al cielo se necesita una escalera grande y otra chiquita.
¡La grande es el pueblo y la chiquita es el Líder!
La comunicación de los dispersos fragmentos sociales de Venezuela en función de la verdad o, en contrario, es determinante para que podamos avanzar hacia la liberación o regresar a la esclavitud.
Insisto en plantear las dos alternativas-socialismo y capitalismo-como liberación o esclavitud.
Es clave que podamos coincidir respecto a un valor común desde el cual demos inicio a un mismo mensaje y partir del cual la comunicación adquiera una fuerza capaz de convencer a cualquiera pero es obvio que el lenguaje es expresión fidedigna de lo que se experimenta en el cerebro y si las personas no se comprenden, evidentemente tienden a hacerse daño unos a otros, lamentablemente.
Los venezolanos todos necesitamos entendernos al menos en torno a un valor fundamental como es la soberanía patria, algo que Chávez plantea reiteradamente en torno al legado de Nuestro Libertador Simón Bolivar pero la oposición reniega de Bolivar para irse a la zaga de Washington y de Monroe, por lo que, en tanto, no podemos entendernos en ese plano.
Cada quien de nosotros debe tener una conversación interior en positivo, no en negativo, porque necesitamos entendernos y cooperar unos a otros mediante la comunicación interpersonal pero he aquí donde la larga mano del imperio chupasangre se entromete desde sus antros de prensa escrita, radial, televisiva y de toda otra índole, para dividirnos.
En la compleja guerra comunicacional de Estados Unidos contra el mundo pero, en particular contra Venezuela, se sobredimensionan informaciones torcidas a la vez que otros aspectos muy venenosos son deliberadamente echados a la sombra subconsciente del pueblo pero, actuantes sin que superficialmente sean notados; me refiero a elementos muy significativos de la comunicación y que forman parte esencial del mensaje transmitido.
Valga destacar que hombres sin rostros como Capriles, apelan a máscaras para engatusar al pueblo y a favor del enemigo de nuestra patria.
Las ideologías nunca están en desuso, todo lo contrario; lo que sucede es que hay ideologías cerradas e ideologías abiertas. Las ideologías cerradas se basan en dogmas, así por ejemplo la ideología capitalista hace del libre mercado explotador y de la consecuente acumulación de capital, su dogma; mientras, la ideología socialista, a groso modo, hace de la satisfacción de las necesidades del pueblo su esencia.
El capitalismo gira en torno al dios dinero mientras que el socialismo lo hace en torno a la felicidad del hombre.
La ideología socialista es abierta para nutrirse de rectificaciones que todos del pueblo proponen, de ahí el carácter participativo.
La ideología es al Zóon Politikon lo que las cabillas son a las paredes, sin ideología no sabemos donde estamos parados y mucho menos hacia donde ir; lo que pasa es que algunos se disfrazan de bolsas para engañar.
Aquí todo el mundo marcha al son de una ideología, los escuálidos son pro imperialistas y de mentalidad esclavizadora mientras nosotros somos socialistas, bolivarianos y chavistas.
El deterioro del hecho ideológico conduce a la orfandad porque sin ideología no funciona la ética; el enemigo viene con dos posturas en ristre: esconder su ideología y atacar la nuestra.
Debes leer “Del origen y evolución del lenguaje humano a las armas nucleares” que está también en la red-reflexión coescrita- y que es complementaria a lo aquí señalado.
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com