Más brutos, jamás
Lo sucedido en Cotiza el pasado domingo, no es sino la cuota inicial de lo que vendrá durante todo este año electoral, simplemente porque a la derecha, derrotada como se sabe, la única opción que le queda no es otra que la violencia, en la búsqueda de emular lo que el mundo ha vivido con Libia, donde se llegó hasta el genocidio y magnicidio y lo que ahora mismo como una copia al carbón, sucede en Siria, donde con la intervención descarada de varias potencias extranjeras a cuya cabeza están los Estados Unidos, se arma a mercenarios por miles para que derroquen a un gobierno que goza del respaldo de las mayorías, como aquí.
La derecha venezolana. lo ha demostrado, cobarde como es, no tiene guáramo para de frente aceptar que esa es su única salida, que no les queda otra que no sea buscar por todos los medios una intervención extrajera, haciéndose las victimas, igual a lo que intentaron en abril del 2002, pero que les falló porque como ahora no tenían pueblo.
Ahora bien, los revolucionarios, debemos mirarnos en el espejo de los países desestabilizados, para por todas las vías posibles frenar las estrategias macabras que aquí se están gestando y hechos como el de Cotiza ha de ser develado, denunciado, castigados los culpables que han sido identificados por el mismo pueblo y sentar un precedente que impida que situaciones así se repitan.
Ya es una verdad incuestionable que la derecha no tiene nada que ofrecer, lo que el pueblo requiere, o está hecho por la revolución bolivariana, se está haciendo o está concretamente expresado en planes y programas que incluyen presupuesto y que complementarán lo ya logrado con miras a reducir a cero la pobreza, el desempleo y cubrir totalmente lo que aun queda por hacer.
La oposición que ha demostrado con creces su incapacidad, en cada sitio donde es gobierno, que no puede mostrar una obra concreta de gestión, que sabe que los planes de gobierno de la revolución tienen cubiertos todos los frentes en su programa, no han tenido otra salida que tratar de disfrazarse con un ropaje de socialismo, que para nada les queda bien y nadie se lo cree, de allí el porcentaje de popularidad que las encuestas les asignan, lo cual da origen a una desesperación inocultable, pero es que además el fracaso de las llamadas primarias, los dejó sin habla y no les quedó otra opción que mentir descaradamente, inflando unas cifras que no resisten ni el estudio de un imberbe de primaria que apenas sepa sumar y restar.
Quien gana la partida no la tranca y no hay duda que sin aun comenzar a pelear, enfermo y todo, como está, Chavez les está ganado de calle esta nueva batalla y con el mérito de que está derrotando al todopoderoso imperio y a la derecha internacional, que se ha complotado para intentar nuevamente truncar las aspiraciones de un pueblo que está decidido a ser libre definitivamente.
Afortunadamente la mayoría de este pueblo y los conoce, sabe que son fascistas, no olvida el montaje de Puente Llaguno y de lo que fueron capaces, asesinando a sus propios partidarios para justificar lo que vino después, pero resulta que son tan brutos que ni siquiera cambian de táctica, muestran lo que son apenas tienen la oportunidad; lo han hecho en los estados donde gobiernan, no solo persiguiendo a todo lo que les huela a revolución, sino gobernando tan mal que sus estados, si no fuese por el gobierno nacional, estarían tan mal que parecieran Haití, después del terremoto.
Están descubiertos, la incompetencia que han demostrado desde que la Revolución es gobierno es algo casi genético en quienes son herederos del mayor desastre que ha vivido la República en toda su historia, esa misma incompetencia les acompaña, en una campaña electoral que los va a dejar en tales condiciones que por fin tendrán que convencerse de que el socialismo en este pais es la única vía para el logro de la mayor felicidad y que Venezuela será ejemplo y faro de luz para el mundo como ya lo ha sido para buena parte de nuestra América, razón por la cual se han unido todas las fuerzas de aquí y foráneas para intentar frenar lo inevitable, pero no pasarán como no lo hicieron cuando el golpe y el paro petrolero y menos ahora en que después de 13 años existe un pueblo organizado dispuesto a defender cómo sea sus logros.
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