Cuando Vargas Llosa se mete en la tertulia política mundial y en particular la venezolana a desenredar entuertos de personajes como buen lector del Quijote, algo debe de recordarle la revolcada lastimosa que le dio Alberto Fujimori en el Perú que lo debe apretar de recuerdos tormentosos con toda la majestuosidad de sentirse un aislado de Latinoamérica y debe ser tal su disconformidad con la región que son muy pocos los mandatarios que gozan de su simpatía política y como resentido que es no ha dejado de tratar de maltratar con todos los epítetos y eufemismos malsanos posibles al presidente Chávez de quien reniega sin tapujos al igual que de Fidel Castro como parte de su trasnocho, quienes comparten sin derecho a réplica el odio que no esconde cada vez que las neuronas “recreativas capitalistas” se le dislocan de sobredosis tardía, por lo que corre inmediatamente a consolarnos con sus ideas a tatuar de gravedad en caída libre en cualquier medio con la finalidad de vilipendiar con su nostalgia e ilustrarnos de sabiduría mediática pesimista que tape o rellene lo que él quisiera.
Y así se nos presenta en su última entrevista dada a RPP Noticias en que adorna de subjetividad caprichosa a Henrique Capriles Radonski en su bien halagadora pretensión de presentárnoslo como un joven “muy elocuente y para nada manchado” con el pasado político del país y, en ninguna parte de su exposición nos refiere que ese ciudadano estuvo y ha estado comprometido en hechos delictivos y en golpe de Estado contra el gobierno del presidente Chávez y además, se introdujo a la embajada cubana por una escalera con la única pretensión de inspeccionarla internamente en busca de alguien del derrocado gobierno que estuviera presente en ella, ¿con qué intención? A lo mejor darle una palmadita de arrogancia de posible salutación y qué no violó con ello, ¡pero que va! Eso a Vargas Llosa ni lo ocupa ni le viene, quizás lo vea como una acción decorosa de las tantas que le alaba a quien desde en lo adelante será su candidato para derrotar al presidente Chávez en las elecciones del venidero 7-O, pero, para eso, tienen que ser éstas libres y no amañadas, es decir, que Chávez las veces que ha ganado no ha sido –mediante- elecciones limpias. Por allí vienen los tiros futuros.
Y lo más hermoso e importante que declaró y resaltó Vargas Llosa es que, la figura de Chávez está minada por sus problemas de salud y por las divisiones internas –ya sabía el caso gato, oh- del régimen y con afinidad nada in péctore, definió las políticas de índole popular que desarrolla el presidente Chávez enmarcadas a favor de los pobres como populistas, las que bautizó como un peligro, “como una manera de sacrificar el futuro en nombre de un presente muy fugaz”.Como se puede leer, ese disparate, lo soltó un premio Nobel que vive a futuro y se lo llevará a taparse con él las injusticias que se cometen en el mundo capitalista, tal como está Europa y EEUU actualmente, acabando con la esperanza de vivir cada momento de la vida mejor por el bien de las mayorías y no de una minoría que se lo traga todo. Y por lo que se ve: Vargas Llosa como médium es un fracaso a futuro.
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