A raíz de la actual crisis económica global, el concepto de Joseph Schumpeter de “destrucción creativa” se ha vuelto a poner de moda. Muchos lo usan sin entender lo que el economista quiso decir cuando lo utilizó. Planteó ese concepto como respuesta a su inconformidad con otro concepto, el de equilibrio en condiciones de competencia perfecta de los economistas neoclásicos. En la visión neoclásica, la competencia produce equilibrios en los mercados, situaciones en las cuales, por definición, se alcanzan unos niveles “óptimos” de producción y consumo. Una vez alcanzados los equilibrios, la sincronización entre la oferta y la demanda, entre productores y consumidores, es tal que no hay lugar a variaciones en los precios y en las maneras de producir. Cuando en equilibrio, la economía se asemeja a una laguna, donde nada altera la quietud de las aguas.
Obviamente el mundo real no es ese, y Schumpeter se dio a la tarea de analizar por qué las aguas no permanecían en el reposo que planteaban los modelos neoclásicos. Su respuesta fue interesante: quienes alteran los equilibrios en las economías son, ni más ni menos, los emprendedores o entrepreneurs. Para él, los agentes del cambio en las economías son los entrepreneurs. Con su búsqueda de nuevas tecnologías y nuevos productos, modifican las condiciones de oferta y demanda. Los entrepreneurs representan las fuerzas desequilibrantes. Ellos son los que inician los cambios que vuelven obsoletas las anteriores formas de producir y consumir. Ellos son los que destruyen los equilibrios existentes.
No es muy claro, en la explicación de Schumpeter, las razones por las cuales los entrepreneurs hacen lo que hacen. Después de todo, en los equilibrios de los neoclásicos, todos los protagonistas, productores y consumidores, están satisfechos con lo que ganan y con lo que gastan. Pero démosle el beneficio de la duda a la teoría de este autor de profesión economista y filósofo y, supongamos que hay unos pocos, los entrepreneurs, que nunca están conformes con lo que tienen y siempre andan a la caza de destruir los equilibrios existentes porque piensan que así ganarán más de lo que perderán.
Entonces, en virtud de los golpes exógenos que los entrepreneurs le propinan al sistema económico, los equilibrios desaparecen. La turbulencia o alteración resultante no es otra cosa que readaptaciones en la oferta y la demanda propiciadas por las innovaciones que promueven los entrepreneurs. En el esquema de Schumpeter, una vez que las turbulencias o alteraciones han sido asimiladas, todo vuelve a una aburrida normalidad: nuevos equilibrios que duran hasta el momento en que los mismos u otros entrepreneurs se resuelven a actuar y a provocar otras turbulencias o alteraciones.
Concluye que la forma de avanzar en una economía es a través de la acción desequilibrante de los entrepreneurs, o lo que llamó la “destrucción creativa” que ocasionan. Se trata de una destrucción creativa porque se reemplaza lo anterior, lo obsoleto, por formas más avanzadas o convenientes de producir y de hacer las cosas. (No son obvias las razones por las cuales esa “destrucción” es siempre positiva, pero olvidémonos de esta discusión). Según Schumpeter, los intentos por detener estos procesos de “destrucción creativa”, frustran el progreso económico.
Ahora bien, estas ideas de Schumpeter no son del todo antagónicas con las de la escuela austriaca. A diferencia de los neoclásicos, ambos le asignan un rol fundamental a los entrepreneurs como corrige, como por encanto, los desfases entre oferta y demanda. Y una vez restablecidos los equilibrios, vuelven al clóset.
La ciencia de lo creativo es novedosa y, precisamente no es magia, constituye una habilidad. Cualquiera puede ser creativo y mejorar. Define a un conjunto de herramientas cognitivas, cada una de las cuales se aplica a una modalidad de problema, Si bien, vivimos en una era que le rinde culto a la concentración, el enfoque económico puede inhibir la imaginación y llevarnos a una abstracción. Steve Jobs dijo que “la creatividad consiste simplemente en conectar cosas”, aseguraba que los conceptos más remotos surgen usualmente de combinaciones de cosas que existen. Esto, se logra a través de experiencias diversas y recopilando muchos puntos que luego pueden ligar. La creatividad es una chispa y la economía es otra, que prenden para asegurar una estructura de Estado en una acción mancomunada con las probabilidades de aciertos que pueden formular las juntas comunales y que le dan asertivez al pensamiento único. Es una habilidad para resolver un conjunto de problemas en una sociedad.
.Recientemente creció el desempleo en Estados Unidos, luego de registrarse 10 mil nuevas peticiones de subsidios para dar un total de 424 mil, según cifras del Departamento de Trabajo. Luego, las solicitudes se ubicaron en 438 mil peticiones, según el informe del Gobierno estadounidense. En las últimas semanas, un total de 3,69 millones de norteamericanos vienen requiriendo ayuda del Estado por encontrarse desempleados Una nota del portal Democracy Now reseñó que el gobierno federal, a raíz de la profunda recesión que se prolongó por ocho décadas, extendió a 26 semanas la ayuda. Mientras los norteamericanos padecen las consecuencias de la peor crisis de los últimos años, el presidente de EEUU, Barack Obama, destino millones de dólares en la guerra de agresión contra Libia. Matthew Hoh, veterano de guerra y ex funcionario del Departamento de Estado Norteamericano, comentó que: “Muchas personas en EEUU están preocupadas por el gasto en la guerra. Tenemos muchos problemas con el presupuesto que afecta a los policías, a las comunidades, a los maestros de escuela y a los bomberos. No se está invirtiendo en infraestructura, espero que más personas hablen de este tema con sus congresistas”. En el primer día de intervención a Libia, Estados Unidos gastó 100 millones de dólares, destacó Hoh, quien agregó: “de modo que fue sólo por el uso de la tecnología”
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