Los partidos políticos suelen ser sectarios, las organizaciones sociales solemos ser individualistas. El sectarismo y el individualismo son caras de una misma moneda. En revolución, los partidos políticos deberían abrirle espacios a las organizaciones sociales y éstas deberían hacer lo mismo con las organizaciones comunitarias…
Suele ser un lugar común en política, que consideramos y aceptamos con absoluta naturalidad, el hecho de que nadie le abra, ni le ceda espacio al otro. Suele decirse usualmente “que los espacios, en política, se luchan y se conquistan”. Desde cierta perspectiva, eso es saludable porque sirve para forjar y templar el carácter y la personalidad de una organización de base. Desde otra perspectiva es una inmensa aberración. Es decir, aceptamos con tranquilidad y sin sobresaltos una práctica que es propia de la cultura política capitalista pero que es una perversión en socialismo. Efectivamente, el capitalismo es exclusión, es defensa de privilegios, es individualismo. El socialismo debería ser lo contrario, apertura e inclusión. Bien lo dice el Presidente Chávez, en las Líneas Estratégicas de Acción Política, cuando señala que debemos pasar de “la cultura política capitalista a la militancia socialista”. ¡Cuán lejos estamos de ello!
Los Gobernadores y Alcaldes le cierran el paso al Poder Popular. Lo vimos, en el 2007, cuando la Reforma Constitucional. El propio Chávez señaló que muchos de ellos no habían trabajado por el triunfo electoral porque no querían ceder espacios. Las Instituciones Públicas le cierran el paso a los Consejos Comunales y demás estructuras de base, cuando quieren tutelarlos en exceso. El PSUV le cierra el paso a los otros partidos políticos y, muy especialmente, a las organizaciones sociales. El Sistema Nacional de Medios Públicos, particularmente VTV y AVN, le cierran el paso a la Unidad del Poder Popular, espacio de articulación del cual formamos parte y a cualquier otra organización de base que resulte “incómoda”. Peculiar forma de actuar en socialismo cuando se busca hacer “invisibles” a los propios aliados revolucionarios. ¡Así es la política! ¡En capitalismo!
En días pasados, el Vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, pidió erradicar el sectarismo. ¡Bravo! ¿Será el principio de un cambio?
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