Felipe Rodríguez fue uno de los terroristas, golpistas que soñaba con asesinar al Presidente Chávez. Es amigo de Capriles Radonski y de todos los que dieron el golpe de Estado incluyendo a JULIO BORGES el enemigo de los niños pobres de Venezuela y América. A este indigno militar de Venezuela lo apodan “EL CUERVO”, en alusión al lúgubre pajarito que no tiene nada de malo pero que incluyendo a Edgar Allan Poe lo retrataron ante el mundo como pájaro de mal agüero. Cruel apodo al creer que el tal Felipe Rodríguez merece ser llamado “Cuervo”, pues Felipe Rodríguez ataca por ambición, por sumisión, por servilismo, por psicópata, por eunuco y el ave no.
Este Felipe Rodríguez fue uno de los que se acunó en la plaza Altamira aupado por el “lanza perdigones” Leopoldo López, quien permitió todas las aberraciones posible en aquella plaza que un día fue un oasis de paz y sencillez, Leopoldo López acostumbrado a tantas cosas malignas en la quinta de Tradición Familia y Propiedad del Country Club, adonde secuestraban adolescentes con fines inconfesables, hizo de ese lugar un capitulo bíblico de aquellas ciudades que Dios elimino por ser antros de vicios y fornicaciones, drogas, alcohol e irresponsabilidad, ¿Donde estaba Dios cuando el mal hijo sació todas sus anormalidades sobre un Municipio que allende fue bucólico y ejemplar? Hoy nadie en Chacao, después de haber visto como Leolo le creó a la plaza tanto desprestigio, puede abogar por la mentira, defendiendo lo indefendible.
En esa plaza puso sus botas Felipe Rodríguez un militar que no merecía ser del batallón bolivariano, por traidor, sumiso y además malagradecido con la patria y con el pueblo. Lo llamaban "El Cuervo” y fue señalado de la muerte de tres humildes muchachos, quienes se dejaron seducir por la irresponsabilidad y la mentira del “Cuervo” y su pandilla de la Coordinadora Democrática, hoy mud. Un 16 de febrero fueron encontrados los cuerpos sin vida de los soldados Félix Antonio Pinto, Ángel José Salas y Darwin E. Isturiz, e igualmente el de la joven Gabriela Peroza López, quien era novia de uno de los muchachos. Los criminales son torpes, brutos e idiotas: no contó el autor intelectual de la macabra obra, que una de las muchachitas a la que creyó muerta, sobrevivió a la tortura y logró salir viva del macabro acto de sadismo.
Piensen ustedes amigos lectores ¿que seria de Venezuela con un elemento de estos con poderes de Estado? Y este es solamente uno de ellos, pues esos que intervinieron contra el gobierno que había elegido la mayoría y que hoy ustedes ven tratando de alcanzar victorias populares, son los mismos que en abierta actitud prepotente lo humillaron durante décadas. Ellos fueron los seguidores de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez pero en alto grado, es decir más cruel y despiadada. Rómulo y Caldera fueron copias nefastas del Hitler y de Mussollini, atornillados por mandato de la vieja Europa y de Norteamérica en Venezuela para apoderarse de sus riquezas y plantar una DICTADURA DE CLASE ALTA.
Hoy cuando los jóvenes de veinte años en 2002 tenían diez, los adultos de treinta en adelante tenemos que mostrarles la historia, leerles la cuartilla, pero no por prepotencia, ni para darles insignificantes consejos, menos para inyectarle odios, sino para inculcarles amor por la patria, por la justicia, por la equidad para que no sean en el futuro vendedores del cielo y la tierra de donde un día emergieron para hacerla crecer en conjunción con la vida de sus congéneres. “El Cuervo” fue uno de los tantos que crearon odios y crímenes desde la plaza Altamira, Fue hecho preso por La Urbina y acusado de terrorista, criminal, vende patria, conspirador y autor intelectual de la muerte de varios jóvenes encontrados en parque Caiza del estado Miranda. Nadie querrá a ninguno con este historial injustificable, porque en esta Revolución ha existido siempre democracia desde el día que se dio inicio al cambio. Quien anhele llegar a dirigir en esta nación no tiene porque matar, ni violar, ni conspirar, pues ahí están los instrumentos de una sociedad que se da el lujo de poder remover de sus cargos a quienes por ineptos e incompetentes no hagan las cosas como deben ser, el pueblo gobierna en la VERDADERA DEMOCRACIA que es el socialismo, vida en sociedad justa, en equidad sana, en derechos plenos.
“EL CUERVO” fue uno de los que dijo sin estar presente que “En este momento hay siete muertos en Puente Llaguno”, cuando todavía no había comenzado la acción, es decir uno de los que sabia que algunos habrían de morir y eso le importó un cipote, porque eso estaba planificado el 11 de abril de 2002. Como al “Cuervo” no les importó la muerte de aquellos casi niños, de haber llegado al gobierno ¿le hubiese importado la mortandad que la PM estaba produciendo en El Silencio? No, mil veces no, porque Felipe Rodríguez “EL CUERVO” fue adiestrado en La Escuela Gringa para que sacara uñas, pegara grapas en escrotos, sumergiera cabezas en heladas piscinas, colocara ratas hambrientas sobre estómagos de mujeres y hombres atados, izara por las muñecas durantes horas, para que utilizara sierras y cortara brazos y piernas en vivo, sin piedad, enterrara en sitios desérticos solo con la cabeza afuera a sus victimas, para que no sintiera compasión de nadie menos si este era un infeliz del pueblo; así piensan los FASCISTAS que hoy buscan el gobierno escudados detrás de antifaces. No les digamos lobos, pues la alevosía, la maldad, la hipocresía, la falta de amor por la patria, no tiene comparación y estos FASCISTAS ADINERADOS DEL ESTE buscan venganza y sangre; no podemos dejarlos llegar ni a la esquina. Nuestra idiosincrasia es guerrera, en la mente del pueblo hay ética, el pueblo tiene vergüenza, respeto por los valores venezolanitas, el pueblo sabe quienes son: el 11 de abril se mostraron con claridad, “EL CUERVO” es apenas uno de ellos; juzguen ustedes.
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