Hay que ser realmente indolente para seguir repitiendo que lo que pasa es que ellas son simplemente colaboradoras y que por eso sólo reciben ese “incentivo” que ahora llega a 60 Bs., por jornada.
El Programa Alimentario Escolar (PAE) que desde hace ratos venía en picada con la usura de los proveedores parece que se salvaría con el socorro de MERCAL y de PDVAL; quién lo salvará ahora de la burocracia maldita, por decir lo menos, que no termina de darle respuesta a lo que hace ya un buen tiempo dijo el Comandante que debía hacerse, darle una condición digna a las madres procesadoras del PAE incorporándolas a la nómina estatal con sus respectivos beneficios, como la nueva LOTTT manda.
Las madres procesadoras que preparan 3 ingestas (desayuno, almuerzo y merienda) en las escuelas bolivarianas deben permanecer hasta más de 8 horas para cumplir con su tarea, se han ganado el derecho de que la Revolución las reconozca como trabajadoras que merecen una justa remuneración y unas condiciones dignas como mujeres y trabajadoras; no podemos seguir repitiendo que ellas son simples colaboradoras y negando con ello un derecho por demás justo.
Las Escuelas Bolivarianas podrán tener garantizado el suministro pleno de insumos, pero si no cuenta con esas laboriosas mujeres que cada día transforman la materia prima en alimentos consumibles, nuestros niños y niñas no tendrán garantizada las respectivas ingestas; ¿acaso la burocracia apuesta a un colapso del Programa de Escuelas Bolivarianas y del PAE como uno de sus ejes fundamentales?