Todavía no he leído la nueva ley orgánica del trabajo, la LOTTT, pero recién me enteré, por algo que dijo Eduardo Samán, que un sueño se ha hecho realidad

¡La Revolución sí tiene bolas!

¡Me siento fantástico! ¡Un sueño se ha hecho realidad! ¡Viva la Revolución!

Todavía no he leído la nueva ley orgánica del trabajo, la LOTTT, pero recién me enteré, por algo que dijo Eduardo Samán, que un sueño se ha hecho realidad.

De acuerdo con un articulo en Aporrea, Samán dijo lo siguiente:

“La producción intelectual generada bajo relación de trabajo en el sector público, o financiada a través de fondos públicos, que origine derechos de propiedad intelectual, se considerará del dominio público, manteniéndose los derechos al reconocimiento público del autor o autora”.

Para los lectores que no conocen el sistema de propiedad intelectual, el cual es regido por acuerdos internacionales que incluye la participación de casi todos los países del mundo, lo que ocurre es lo siguiente: Para explicarlo de manera sencilla, cuando alguien, sea una persona, empresa o cualquier otro tipo de organismo, incluyendo organismos gubernamentales, inventan algo nuevo, por ejemplo, una técnica, un proceso de producción, o un producto – o cuando alguien mejora un sistema de producción, o un producto - el inventor, o la empresa o el organismo por quien la persona trabaja, tiene el derecho de pedir que se le conceda una patente para la propiedad intelectual de aquel invención o mejoramiento. Al otorgarse la patente, se le da el derecho al inventor o a la organización de ser el dueño de este conocimiento por un tiempo determinado, en muchos casos, por un periodo de alrededor de 20 años. Es decir, nadie puede, sin el permiso del dueño de esta propiedad intelectual, utilizar este conocimiento por cualquier razón que sea, sin el permiso del dueño. Es un sistema criminal y anti humano. Es una forma de acaparamiento legal del conocimiento, puesto en practica por la clase elitista a partir de los años 1800.

Ademas, cuando una persona es empleado de una organización que ha recibido una patente, no se le reconoce al inventor (el empleado) – tanto así, que casi nuca aparece el nombre de la persona que hizo la invención en los documentos de la patente o en cualquier literatura de la empresa.

Otra cosa, lo que se denomina “dominio publico,” es algún invento o proceso, y el conocimiento relacionado, que no tiene dueño. Es decir, es igual al software libre, en el sentido de que ese conocimiento se puede usar por cualquier persona en el mundo sin autorización de alguno, es conocimiento sin precio, es conocimiento libre …

… y al parecer, Venezuela es el primer país del mundo que ha tenido las bolas para desafiar abiertamente las mafias capitalistas del control del conocimiento. Esto es un hecho histórico, ¡es un sueño hecho realidad!

Por fin el conocimiento no será acaparado por unos pocos ricachones, egoístas,y malvados.

¡La Revolución sí tiene bolas!

oscarheck111@yahoo.com


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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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