Ahora el candidato de la mal llamada Mesa de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski y toda la oposición en pleno se llenan la boca hablando de caminatas, cuestión que sabemos no implica una propuesta clara al país, porque sencillamente no tienen; el objetivo de ellos es decir que el presidente Hugo Chávez no puede hacer lo mismo, como si nosotros quisiéramos al comandante pa’ que de la vuelta rinquín.
No aceptan, bajo ninguna circunstancia, que Chávez se recupera dentro de su estado de salud y haciendo eco de los rumores más viles llevan una campaña opuesta para minarlo con respecto de las elecciones presidenciales del 7 de Octubre, a pesar de que todas las encuestas dan una brecha irreversible cada vez más profunda y aplastante en contra de Capriles Radonski.
Se olvida el aspirante del sector burgués que el país tuvo un candidato que caminaba duro, muy duro, no había quien le cogiera la banda, iba de frente, daba la cara y cuando asumió por segunda vez la Presidencia de la República, Venezuela tocó fondo: la gente pereciendo de hambre con una inflación que se comía en los bolsillos las cuatro lochas de los afortunados que ganaban un sueldo miserable, salió a la calle y todavía a estas alturas no hay cifra exacta del número de muertos que se produjo en esa matanza que fue el Caracazo.
Recuerdo en este momento, que cuando Carlos Andrés Pérez tenía esa fama de caminador invencible, Manuel Rosales casi nos hace morir a los periodistas en el Zulia; quería imitarlo y ya se podrán imaginar ustedes, mis amigos lectores, los desbarajustes para entrevistarlo. Por último, este adeco líder de Un Nuevo Tiempo siguió caminando y caminó tanto que actualmente se encuentra fugitivo en Panamá.
Aquí hay una muy mala experiencia de la gente no sólo que camina, sino que corre, salta obstáculos; ahí tenemos a Leopoldo López: otro ejemplo, un precandidato que cuando abría las agallas en campaña parecía que se iba a tragar el mundo entero y miren en lo que terminaron sus amagos, sus escándalos electorales: de manera subrepticia esperó al momento oportuno para asestarle una puñalada trapera a Pablo Pérez y apoyar al peor de los candidatos. ¡Ellos son así!
Capriles Radonski puede caminar, correr, brincar, hacer lo que quiera y si el resto de los opositores quieren acompañarlo ¡perfecto!, los atletas de Venezuela que clasifican para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 demuestran con sus triunfos el respaldo de la revolución al deporte. De resto, nosotros no necesitamos a Chávez compitiendo en cien metros planos ni a campo traviesa, ni saltando alto, largo o con garrocha; menos lazando disco, jabalina, peso o bala, aquí lo queremos gobernando y pensando en función del pueblo. Apoyando el maratón de la Gran Misión Vivienda Venezuela, en Amor Mayor, Saber y Trabajo, Mercal, Barrio Adentro, Hijas e Hijos de Venezuela, Agro Venezuela, Cultura, Milagro, Sonrisa, Identidad, entre otras, como lo ha hecho hasta los momentos.
Si quiere que no se inscriba en el Consejo Nacional Electoral ni por Internet, que envíe una paloma mensajera, el pueblo lo apoya. Y Capriles en su recorrido casa por casa que de la vuelta rinquín, que emule a Carlos Andrés Pérez si le da la gana, total, se sabe que él es más de lo mismo; el pueblo tiene perfecta conciencia de eso.
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