¡Al acto han de asistir la señora Toga y el señor Birrete y, después, encetar un buen frasco para congraciar con el malhumorado embustero!
Los ojos del pueblo custodian la democracia pero es imprescindible que un periodista como el patriota Cabecemango lo mantenga alerta. Fíjate que el aludido embustero estuvo con Ramos Allup en un lugar de almuerzos y de tragos, urdiendo la maquila y la coima, tal para cual y viceversa.
Mas, la mentira nunca llega tan lejos que la verdad no la alcance y la abata en buena lid, y he ahí que ese gran periodista al que yo suelo aplaudir cada vez que tengo la fortuna de contemplar sus estupendos reportes, les echó un baño de agua fría, los cazó conspirando y los puso en evidencia.
No vi la entrevista pero no soy devoto de San Agustín, así que doy crédito a los muchachos del “Club de los Pobres”, que sí la vieron y, en consecuencia procedieron –inclusive sin la anuencia de su vocero, el humilde servidor que soy- para tomar la decisión de otorgarle “Doctorado en Embustes” al sujeto de marras, Discente Díaz.
Al parecer, luego de ser sorprendido por Cabecemango, Discente tuvo que darle la cara a la situación y empezó a hablar pendejada tras pendejada y a meter embuste tras embuste para solapar la causa de su encuentro con el afilado “Cataco” –su compinche- para conspirar, inclusive contra el propio ente electoral CNE del que él forma parte.
Y, por cierto, el pasado domingo yo no pude asistir al “Club”, porque tuve la casa por cárcel e inclusive, no estuve muy bien de la cabeza, tanto es así que hasta le di un besito a una cierta suegra que estuvo de visita, hecho un tanto bochornoso.
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