La formación profesional de nuestros militares, es de por vida; así terminen sus servicios por tiempo cumplido, permanecerán física y mentalmente activos. Esa actividad por supuesto, no es otra que, permanecer fiel a los intereses sociales de la nación, manteniendo la disciplina militar, la subordinación, la obediencia, el decoro, la honestidad, la transparencia y sobre todo conservar y mantener la fuerza de voluntad férrea en defender la patria en caso de amenazas inminentes. En muchas oportunidades he oído decir estas expresiones a mis Generales Mario Arveláez Rengifo y Rafael González.
Por cierto, el MBR200, por allá en los años 80, venía sosteniendo que nuestro Libertador fue un socialista nato, y a mi no me gustaba esa expresión. Yo no me cansaba de repreguntarme: ¿Nuestro Libertador socialista? No lo aceptaba porque yo le tenía rabia a los guerrilleros, a los comunistas y no quería aceptar la verdad.
Leyendo libros de diversos escritores, no los pedagógicos del viejo sistema puntofijista, porque esos libros ocultan el verdadero espíritu, propósito y razón de la historia emancipadora y libertaria, por ejemplo la última proclama de nuestro Libertador, es un eterno legado hereditario que el sentimiento nacional debe asumir de por vida, cuando nuestro Libertador fijó posición política de corte socialista antes de expirar y extraído de su último mensaje a los colombianos, en diciembre de 1830 textualmente reza: “…Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno, para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al Cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales...(subrayado mio)” Y ese viejo sistema pedagógico, no resaltó nunca la verdadera identidad política de nuestro Libertador.
Le corresponde ahora a los militares, independientemente de su situación (activo, miliciano, reserva, etc.) difundir los verdaderos dones de nuestros libertadores, no con el propósito de conocer sino de asimilar y adecuarnos a los nuevos tiempos que las circunstancias nos exigen.
Respuesta:
Partiendo desde el punto de vista de la política de Estado, la cual no tendría ninguna inherencia la política partidista, el Jefe del Estado podría muy bien designar funciones de asesoría para militares retirados en la constitución de un Consejo Nacional de Asesores o el Consejo Moral Castrense, debidamente articulados con consejos regionales, consejos municipales y consejos parroquiales. Estos últimos en consejos comunitarios, los cuales vendrían siendo la base o pilar fundamental de la nueva estructura de militares retirados adecuándose al nuevo pensamiento militar, socialista, chavista y antimperialista.
Nuestro Presidente Chávez, ha reiterado en diversas oportunidades, donde sostiene el criterio que los militares en situación de retiro por servicio cumplido, deben conformar el consejo moral castrense; y entre los que deben destacarse el consejo de asesores de militares retirados y el consejo de voluntarios, este último para impartir instrucción premilitar con el nuevo pensamiento militar, socialista, chavista y antimperialista en instituciones educacionales, consejos comunales, etc.