Ayer estaba hablando con un amigo, un gringo revolucionario que vino a Venezuela de visita hace años atras, y se enamoró del país, y se quedó. Estábamos hablando de cuan de difícil es para los gringos entender el concepto del amor que el Pueblo siente por nuestro comandante Chávez.
No creo que ha existido ningún caso en EEUU, Canadá o Europa, en toda la historia, donde la gente fue a votar, y votaron por amor a su candidato. En esos países “civilizados” la gente, cuando votan, votan por interés personal, para ellos mismos solamente, y para su propio bienestar físico y monetario, eligiendo siempre el “mejor” de los peores de los seres humanos que dirigen la política del país. No votan por amor.
El amor por Chávez es como el amor que uno siente por su padre. Si uno quiere a su padre, nunca lo traicionará, nunca lo lastimará y nuca hablará mal de el. Si uno quiere a su padre, lo seguirá, lo admirará y lo respectará. Pero mas allá, uno tendrá una fe inamovible en su padre, es decir, siempre lo apoyará a sin jamas cuestionar si su padre actuá con malas intenciones.
Así fue con Jesucristo – donde sus discípulos, hasta hoy en día, han seguido con firmeza sus enseñanzas y su ejemplo, tratando siempre de mejorarse como seres humanos y aprendiendo como erradicar de sus almas el egoísmo, la maldad, la envidia, y la mentira.
Lo que yo no entiendo es como un venezolano o venezolana que cree en Jesucristo puede no seguir y apoyar a nuestro querido Presidente, si Chávez enseña las mismas cosas que Jesucristo nos ha enseñado desde mas de 2000 años.
Aquí no estoy hablando de religión, estoy hablando de sentido común.
Si alguien dice creer en el amor, el compartir, el hacer bien, el ayudar al mas débil, y en la sanación del enfermo, entonces, ¿como no puede creer en Chávez?
La única conclusión que tenga alguna lógica es la siguiente:
Si alguien vota por Capriles Radonski, o cualquier otra persona con esas ideas y tendencias nefastas para la humanidad, y si esa persona se califica como seguidor de Cristo, entonces esa persona es un mentiroso e hipócrita, y a esa persona no se le puede creen nada. No solamente son mentirosos e hipócritas, pero también son traidores, como Judas, cómplices del imperio capitalista mundial, que quieren crucificar a Chávez, así como el imperio romano crucifico a Jesucristo. Son personas que no entienden ni sienten el amor. Son personas que votan por sus propios intereses personales, como en el norte, sin importarles el bienestar de nadie mas. Son almas gringas podridas enmascaradas de “sociedad civil” venezolana.
Al final de nuestra conversación, concluimos que la mejor manera de explicar a un gringo el fenómeno del amor que el Pueblo siente hacia Chávez, se equivale al amor que un discípulo de Jesucristo tiene por su maestro y líder.
Por eso, aquí en Venezuela, nosotros lo discípulos de Chávez, votamos con y por amor.
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