Modernos métodos técnicos de votación automatizada, observadores o veedores internacionales, el antecedente de numerosas elecciones con el mismo sistema y cinco auditorías en presencia de representantes de toda índole, filmadas para hacerlas públicas, hacen imposible la utilización de cédulas chimbas, repetidas o ilegales, pues se acabó el acta mata votos y muertos votando de la adecopeyanquicracia.
Testigos de bando y bando en las mesas en todo el país más el agregado del comportamiento cívico de la colectividad votante, vigilando a los mala conducta saboteadores en el este de Caracas y sus escasos imitadores en el interior del país, salvo en ciudades donde sectores ultraconservadores anteponen a la fiesta electoral un irracional odio contra la revolución y desean la muerte al Comandante Chávez, harán del 7 de Octubre 2012 a pesar de los inconvenientes buscados por el oposicionismo, el escenario propicio para que la jornada se convierta -como lo espera la mayoría poblacional que responde sondeos o encuestas-, en histórica fecha donde un pueblo amante de la paz dará su respaldo al socialismo humano, participativo y protagónico, como fórmula de combatir el capitalismo salvaje.
La mayoría de los 18 millones 858 mil 695 votantes, ratificará a Venezuela en la cima de un movimiento de liberación internacional, recordando que los oprimidos y engañados hasta Diciembre de 1998 eran convocados a las urnas electorales para darle forma a aquella pantomima.
La colectividad pensante y analítica dirá por qué el amor y la pasión bolivariana son más fuertes en beneficio de la patria sin distinción de clases sociales, frente a quienes plantean regresarnos al sistema económico-social que mantiene a Europa y otras partes del mundo en el atraso del neocolonialismo. Por algo el ex Presidente de Estados Unidos, James Carter, octogenario respetado y máxima autoridad del prestigioso Centro Carter, hizo una afirmación que les duele a los pitiyanquis de la ultraderecha venezolana y mundial, catalogando seguro y confiable nuestro sistema electoral incluyendolo entre los de mayor reputación universal.
Quiere decir que hasta en el capitalismo, cuando se defiende la decencia y honestidad, (lo que ocurre en escasas oportunidades en la mal llamada democracia representativa…), se admite que el sistema de elecciones en Venezuela es INVULNERABLE.
Allá los derrotados que se niegan a admitir resultados cuando pierden, pero les parecen legales cuando han ganado Gobernaciones y Alcaldías, esos especímenes volverán a romper el ridiculómetro cantando fraude… y prometiendo pruebas… que nunca conseguirán.