El diccionario de la Real Académica Española, define al "cipayo" como un "soldado indio" de la época colonial al servicio de una potencia europea. En la actualidad, dicho concepto es aplicable a organizaciones, individualidades y gobiernos que se desempeñan como agencias neocolonialistas al servicio de Estados Unidos, las cuales facilitan la penetración hegemónica y neoimperialista en sus respectivos países para la explotación y extracción de sus recursos naturales y energéticos. Uno de los entes que en Venezuela representa de manera mas fiel las características del nuevo cipayo de la administración Bush, es la organización antichavista de derecha Súmate, la cual se presentó ante la Asamblea General de la OEA como la "gran esperanza blanca" de la oposición venezolana y protagonista de la estrategia intervencionista de Washington.
El pasado 11 de abril el gobierno estadounidense convocó a distintas organizaciones de la "sociedad civil" del continente americano al Foro Hemisférico de la Sociedad Civil en la ciudad de Washington bajo los auspicios de la agencia gubernamental USAid. Como organizador y financista de dicho foro, el gobierno estadounidense se adjudicó el derecho a establecer las directrices de su contenido mediante la presentación de un "papel de trabajo" redactado por su misión permanente en la OEA, en el que se contemplaba el "monitoreo preventivo" de los sistemas democráticos en el continente por parte de la sociedad civil y la empresa privada mediante la creación del "Observatorio Interamericano de la Democracia." A dicho evento fueron invitados la Federación de Centros Universitarios de la UCV, integrada casi en su totalidad por estudiantes antichavistas vinculados a la organización de oposición Justicia Universitaria del ultraderechista Primero Justicia, y la Vicaría de Derechos Humanos de Caracas, también de oposición y que a pesar de recibir el financiamiento de la USAid, declinó la invitación.
Las conclusiones del foro fueron presentadas en la reunión de cancilleres con representantes de la sociedad civil el pasado 5 de junio en el marco de la XXXV Asamblea General de la OEA, en donde participaron las organizaciones de oposición Súmate y Consorcio (Primero) Justicia gracias a la invitación extendida por el Consejo Permanente de la OEA cuando lo presidía el embajador estadounidense, Luigi Einaudi. A pesar de que los grandes temas que discutió la sociedad civil latinoamericana y caribeña en la reunión con cancilleres se referían específicamente a la pobreza, discriminación racial y de genero, y situación de los derechos humanos en el continente, el representante de Súmate, Oscar Vallés, prefirió utilizar sus dos minutos de intervención para apoyar "total y plenamente" la iniciativa intervencionista de Washington, y proponer una revisión integral del concepto de "soberanía" con el fin de permitir la intromisión de "organismos multilaterales que evalúen y examinen el desempeño y los compromisos democráticos del Estado democrático."
Al "total y pleno" apoyo de Súmate, se le sumaron partidos de oposición como La Causa R, Copei, Proyecto Venezuela y Alianza al Bravo Pueblo, así como medios privados, individualidades y demás organizaciones de derecha, las cuales también aplaudieron el encuentro entre la directora de Súmate, Maria Corina Machado, y el presidente Bush, y la condecoración que recibió de manos del republicano ultraderechista Cass Ballenger, siniestro personaje vinculado a Oliver North en el escándalo Irán-Contra y admirador del gobierno de Álvaro Uribe, "uno de los mejores presidentes que Sur y Centro América hayan visto." (North, 2005)
La "destacada" intervención de la "canciller" Machado en la Casa Blanca y oficinas de neoconservadores y anticastristas, le permitió proyectarse internacionalmente, emocionar a las masas de la oposición golpista que añora una intervención extranjera, y asegurar nuevos fondos para sus actividades partidistas similar al que recibieron antes de la "guerra contra el terrorismo" los aliados políticos de Estados Unidos que hoy hacen gobierno en Irak y Afganistán, permitiéndole entre otras cosas, la redacción de un informe con la participación de "académicos nacionales e internacionales de varias universidades" para demostrar "científicamente" y "con el aval y la certificación de expertos del hemisferio", la "ilegitimidad del gobierno venezolano." (El Mundo, 8 de Junio de 2005)
(*) Internacionalista
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