La Venganza del Sith Bush

Guerra Fría en la OEA: Episodio 3


En la escena culminante de la película "La Venganza de los Sith", tercer y último episodio de la celebre saga de la "Guerra de las Galaxias", el personaje de Anakin Skywalker, ya convertido en Darth Vader e insumido en el lado oscuro, le advierte a su mentor Obi-Wan Kenobi que "si no estas conmigo, entonces eres mi enemigo", en clara referencia a la amenaza que el presidente Bush profesó al mundo tras los ataques del 11-S y en el contexto de su "cruzada" contra el terrorismo. Ante esta disyuntiva extremista, el noble caballero Jedi le responde que "solo un Sith piensa en absolutos."


Marcha en defensa de Pdvsa y contra el terrorismo.
(Aporrea.org / Ángel Bastidas. Caracas, 28 de Mayo de 2005)

También en absolutos el presidente Bush emitió su discurso ante la Asamblea General de la OEA el pasado 6 de junio, amenazando con la ruina a los países miembros que sigan el ejemplo de Venezuela. Con el mayor descaro, el presidente Bush manifestó que el organismo hemisférico debía tomar una decisión entre dos visiones, "una que ofrece la visión de la esperanza fundamentada en gobiernos representativos, la integración en el mercado mundial, y la fe en el poder transformados de la libertad en vidas individuales; y la otra que busca retroceder en el progreso democrático de las últimas dos décadas al jugar con el miedo, la cizaña entre vecinos y culpando a otros de sus propios fracasos en lugar de responderle a su pueblo" (The New York Times, 6 de Junio de 2005), mostrando su maniqueísmo extremista en clara alusión a Venezuela. Asimismo, el presidente Bush marcó distancia del legado histórico de El Libertador Simón Bolívar (1) para referirse exclusivamente a los héroes de las luchas independentistas en suramérica y Cuba, José de San Martín y José Martí, como los forjadores de la libertad en América Latina, pensando que así podría dividir los sentimientos patrióticos latinoamericanos y minimizar el papel de Simón Bolívar en el devenir histórico de América del Sur y su influencia determinante en el proceso político venezolano, así como desestimar a quien entregó su vida por la libertad, justicia y soberanía de los pueblos, y por la integración de América Latina y el Caribe a través de la creación de la gran República de Colombia y la convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá, el cual constituye precisamente el primer antecedente de la propia Organización de Estados Americanos.

Ante la anunciada derrota de la administración Bush en la OEA, el secretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Roger Noriega, decidió manipular a la opinión publica desde el lado oscuro, acusando al gobierno venezolano de financiar movimientos desestabilizadores en América Latina y el Caribe que entre otras cosas originaron la renuncia del presidente Carlos Mesa en Bolivia, al tiempo que se arrastraba como la serpiente para difundir entre los periodistas que cubrían la asamblea sesenta páginas de artículos de opinión que relacionaban al presidente Chávez con el líder campesino boliviano, Evo Morales. (RNV, 7 de Junio de 2005) Sin embargo, la venganza del Sith Bush y sus acólitos neoconservadores y anticastristas no impidieron que los países de América Latina y el Caribe se rebelaran en el propio estado de Florida contra la pretensión intervensionista de Washington de crear un "observatorio" de "monitoreo preventivo" de las democracias conformado por organizaciones empresariales y de la "sociedad civil". La apabullante derrota de Estados Unidos fue también una derrota para los neocipayos de la oposición venezolana, cuya mentalidad neocolonialista la mantenía ansiosa de ver la soberanía pisoteada, aunque para fortuna de su propia herencia histórica, la impecable actuación de la misión diplomática venezolana en la OEA, liderada por el canciller Alí Rodríguez Araque, lo haya evitado con dignidad, patriotismo y compromiso bolivariano.

(*) Internacionalista

(1) Entre las innumerables referencias a la libertad que dejó El Libertador Simón Bolívar en su gloriosa vida, se encuentra la disputa que sostuvo contra Estados Unidos cuando en plena lucha por la independencia, ordenó la captura y confiscación de las goletas estadounidenses Tigre y Libertad por haber violado el bloqueo decretado por los patriotas al pretender suministrar armas a las tropas realistas en el Orinoco. A través de su representante, John B. Irvine, Estados Unidos solicitó la devolución e indemnización de las goletas, a lo que El Libertador se negó rotundamente respondiendo en una carta fechada en Angostura el 24 de julio de 1818 que "las goletas mercantes... olvidando lo que se debe a la fraternidad, a la amistad y a los principios liberales que seguimos, han intentado y ejecutado burlar el bloqueo y el sitio de las plazas de Guayana y Angostura, para dar armas a unos verdugos y para alimentar unos tigres que por tres siglos han desangrado la mayor parte de la sangre americana..." Bolívar se negó a recibir a Irvine, quien aseguraba que las naves estaban perdidas en el Orinoco y que su confiscación violaba el derecho a la libertad de empresa, y le recordó que "no hay ningún derecho que esté por encima del derecho a la libertad", con lo cual El Libertador consolidaba el monopolio de la autoridad del Estado sobre sus instituciones y territorio en nombre del pueblo de Venezuela, como corresponde al principio universal de la soberanía.



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Antonio Guillermo García Danglades *


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