Ante una realidad predecible sobre lo que sucederá el 07 de octubre, los venezolanos debemos estar claros de que al majunchismo no le queda otra alternativa que actuar como lo está haciendo, sus estrategias son producto de la desesperación, no conciben a pesar de su poder mediático, del apoyo foráneo que no pueden ocultar, de las incalculables cifras de dinero que han prácticamente dilapidado, no hayan sido capaces de revertir en el pueblo una decisión que ya lleva 14 años y que se consolida con el tiempo, no han entendido que no es por casualidad, sino porque el Presidente, único que ha recibido en toda la historia de este país, un respaldo popular por tanto tiempo e in crescendo, se ha ganado a pulso más que el respaldo de la gente, una especie de amor que ya raya en incondicional, pues ha sido el artífice del cambio de mentalidad en un gran porcentaje de la población venezolana que ha adquirido capacidad para discernir, para no caer en la garras de los detractores de una obra de gobierno que se pierde de vista y para, se puede afirmar, por fin cuando emite su voto lo hace a conciencia.
Lo que le sucede a la peor oposición de que tengamos noticias, quienes hemos vivido varias etapas, de la vida nacional es que no han entendido que este pueblo cambió para nunca más regresar a etapas ya superadas en que gobernaban las élites, esas que nunca pasaron por la necesidad de conocer la pobreza y por lo tanto estar sensibilizadas con las carencias de millones de seres que con la llegada de Chávez al poder, recibieron por primera vez no sólo un mensaje que los visibilizaba, una mano que les entregaba un compromiso, y no simples promesas como aquella que era slogan compartido de los partidos de la cuarta que palabras más, palabras menos decía; “Queremos su apoyo para que los ricos sean menos ricos y los pobres menos pobres”, consigna que jamás se hizo realidad, sino que por el contrario en el poder lo que hicieron fue incrementar los índices de pobreza y dar pié para que aparecieran nuevas élites de poder y nuevos ricos, que por cierto andan muy orondos a lo largo y ancho del país y muchos de ellos están, porque no les queda de otra, al lado de su calamar el llamado “candidato de la unidad”.
No han podido ocultar su estrategia, que tiene como centro y círculo la violencia, lo hemos visto con mucha frecuencia y son indicadores de ello, personas con armas dentro de sus actos, encapuchados, su trato contra los equipos reporteriles de de los medios públicos, su negativa a aceptar reconocer los resultados electorales del 07 de octubre, sus ataques desconsiderados y permanentes contra el Consejo Nacional Electoral, y lo más reciente y que pasó a mayores la agresión física a militantes revolucionarios con saldo de varios heridos, lo que a todas luces indica que están buscando uno o varios muertos, para ver si se desata la violencia y por esa vía, convertir al país en una nueva Libia o emular lo que está sucediendo en Siria, para justificar como en esos países una intervención extrajera armada para deponer por esa vía, porque no hay otra, y de ello están claros, al Presidente más legitimo de la historia venezolana y así lograr hacerse del poder para una vez más dar al traste con lo que ahora ya se puede llamar una verdadera independencia.
Quienes no estamos metidos ni en conocimiento de los pormenores de las estrategias revolucionarias en esta campaña, sui generis, entre otras cosas por el hecho de que se puede afirmar que no hay contendor para el candidato de la Patria, tenemos la esperanza de que ya exista un antídoto para el veneno que los reptiles del capitalismo ya están regando por el país, sin ni siquiera preocuparse, como si lo hacen las serpientes, por disimular sus arteros y deleznables comportamientos, que de no contrarrestarse a tiempo y de manera contundente, podrían dar al traste con la permanencia de esta Revolución que pasaría irremediablemente a ser una más en la vida republicana de la Patria de Bolívar.
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