El término no es una frase del spanisenglish que tanto asustó a los filólogos estadounidense, durante la década de los ochenta. Su origen se remonta a un artículo de Carlos Fuentes, cuestionando algunos comportamientos de la clase dirigente en Francia.
La revista People, circula semanal con el periódico Times, su portada la adorna la gente más bella del planeta, dedicada a las celebridades, sus temas por la cursilería y la frivolidad con la cual son tratados, harían palidecer de envidia a esa inocente pornógrafa llamada Corín Tellado.
La People politique, se ha convertido por insistencia de los medios, en un nuevo determinante de la vida social. Durante muchos años los escándalos de la clase política de se limitaban a noticias por mal uso de los dineros públicos.
Tal vez el primer signo de la People Politique en Venezuela, fue aquella cuña del MAS, con un montón de artistas. Pero el nacimiento real se ubica con la elección de la Miss Universo Irene Saez, como Alcaldesa del Municipio Chacao.
Sin embargo es a partir del año 2000 cuando realmente se comienza el proceso de frivolizar los espacios de decisión. Los programas de opinión fueron literalmente asaltados por el glamour de los llamados rostros bellos de la política.
La idea inicial era vender la belleza física como sinónimo de capacidad, para imponer el estereotipo del nuevo liderazgo. Así nació la política del espectáculo, sobre la santa alianza de la banalidad, donde lo importante comienza a ser la imagen personal.
Las funciones de gobernar y de ser servidor público pasan a un segundo plano, lo importante es aparecer en los medios. Muchos líderes de izquierda y de derecha, se auto promocionan como celebridades, especies de divos de la política del espectáculo.
El discurso cede espacio al maquillaje, a la ropa de moda, al cuerpo perfecto que busca el contacto con las masas, la superficialidad en el tratamiento de los asuntos del estado es el norte de la derecha ideológica que busca hacer de la política, un asunto banal y frívolo, para estupidizar, ideotizar, dominar y esclavizar, los derechos de un pueblo.
La posibilidad real de derrotar a la People Politique, es empoderar a los sectores populares, adiestrar a los ciudadanos humildes para que reconozcan el rostro bello del capitalismo salvaje.
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