Dicho artículo reflexionaba y alertaba acerca del triunfalismo. Hoy, en buena medida considero que lo antes señalado tiene pertinencia y más aún cuando el candidato de la derecha más a la ultraderecha juega a deslegitimar al arbitro electoral.En pocas palabras,de ser derrotado electoralmente-hasta ahora un hecho irreversible-,tomarán el medio de la calle para cantar fraude.Esto también, siguiendo los dictados de la Estación de Langley ubicada en las Terrazas de las Colinas de Valle Arriba.
Quienes acompañamos el proceso revolucionario bolivariano tanto como militantes,simpatizantes y aliados por la construcción de un nuevo Estado, el Estado Comunal,única posibilidad real de superar cualitativamente el pasado clientelar y burocrático de un estado que se niega a fenecer y hace por todos los medios,tanto endógenos como los cínicos clientelares de la oposición derechista; creemos que es el momento de profundizar en las ideas, el pensamiento y en la acción para dar el salto cualitativo hacia la consolidación del movimiento popular para preservar las conquistas pero,fundamentalmente, superar
las prácticas perversas,destruírlas como condición imperativa para la consolidación y constitución del proyecto emancipatorio que no es otro
en el proceso de transición, que la materialización del Estado Comunal.
Como bien lo señalé hace nueve meses atrás, el triunfalismo sospechoso es la trampa perversa que de materializarse, coloca en riesgo la continuidad de la dirección política del gobierno y el estado bajo el liderazgo del comandante pero indudablemente será un golpe certero en la moral y la voluntad del movimiento popular. Esto es intolerable y en consecuencia hay que prepararse para la lucha y abandonar las ilusiones.
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