En la primera parte de esta serie de notas, escribimos sobre la
estrategia económica del plan de gobierno de la derecha venezolana; plan
del cual su candidato no habla, ni quiere hablar, pero que obviamente
existe.
Expusimos en esa primera entrega cual sería la posición de un hipotético
gobierno encabezado por Capriles Radonski, con respecto a la CAN,
MERCOSUR y un Tratado de Libre Comercio con EEUU. También tocamos, entre
otros temas, el tratamiento que le daría al Control Cambiario y a La ley
de Precios Justos y, obviamente, no dejamos de lado el tema de PDVSA, la
Faja Petrolífera del Orinoco y el retorno de los saboteadores de 2002.
Nos comprometimos, en esa primera nota, a elaborar esta segunda y a
tratar en ella la forma como sería abordado el tema social en ese
supuesto gobierno de derecha. Entremos pues en materia
Lo primero que debemos considerar, a efecto de ubicar a Capriles y su
entorno en el espectro político, es la trayectoria de quienes pretenden
convertirse en gobierno en la República Bolivariana de Venezuela.
Ya decíamos en otra nota que Capriles no tiene formación intelectual ni
política que nos permita definirlo como un hombre de derecha, de centro o
de izquierda. Como bien dijo el comandante Chávez, él es la NADA, es la
negación del arte de hacer política.
Ahora, eso no significa que quienes le acompañan o quienes lo manejan no
puedan ser definidos políticamente. Es claro y de absoluta certeza que
esas personas, organizaciones y Estados son de derecha… es más, son de la
ultraderecha.
Al respecto, es bueno recordar como Capriles fue llevado a la extinta
Cámara de Diputados y a su presidencia por el partido Copei, organización
vinculada nada más y nada menos que al Opus Dei. Ya antes había militado
en una secta de ultraderecha (Tradición Familia y Propiedad) que intentó
asesinar al Papa y fue expulsada de Venezuela.
Si esto aún no fuera suficiente, debe considerarse que su respaldo
político se sustenta en la dirección y la militancia de los dos partidos
(AD y Copei) que dirigieron a Venezuela por más de 40 años y son
responsables de absolutamente todo los males que aún aquejan a la nación.
Los empresarios agrupados en Fedecámaras, que son los mismos que se
apropiaron de la renta petrolera; los banqueros corruptos que quebraron
al país y huyeron de él con los auxilios financieros; los saboteadores de
PDVSA (que estuvieron más al servicio de los gringos que del país) y el
sindicalismo corrupto de siempre lo acompañan y lo financian, según el
caso.
Esto sería suficiente para suponer cuál será la actuación de un gobierno
dirigido por Capriles Radonski, pero él tiene su propia su historia; la
cual no hace sino confirmar que su actuación será la misma, sino peor, a
la de los gobiernos de la cuarta república.
De esa historia personal se puede concluir sin temor a equivocarse que
Capriles es un violador de los derechos humanos y un represor consumado.
Tiene, además, la prepotencia propia de los hijos de la oligarquía que
los hace suponer que no debe respetar el derecho internacional y mucho
menos la legislación nacional.
Allí están los casos del asalto a la Embajada de Cuba, el uso de dinero
de dineros públicos para fundar su partido, la violación de la Ley
Electoral, la malversación de fondos, el sabotaje a PDVSA y el respaldo
al cierre de VTV como pequeñas muestras de lo que afirmamos.
Es enemigo Capriles de todo lo que signifique el uso de fondos, que bien
pueden ir a manos de los empresarios privados, en inversión social. No en
balde expresó públicamente que él no festejaba el día del trabajador
porque es un empleador.
Ya Capriles demostró con hechos (persecución y cierres), con palabras y
con su odio público al pueblo cubano que el BARRIO ADENTRO que hoy cuenta
con 6712 módulos tipo 1 en los barrios populares; 4811 centros de
servicios odontológicos; 578 SRI (Salas de Rehabilitación Integral); 550
CDI (Centro de Diagnóstico Integral); 459 Ópticas Populares; 172
Farmacias Populares y 34 CAT (Centros de Alta tecnología) que suman
13.613 nuevos centros de salud (2,7 por cada día de gobierno) y que nos
permite contar con 38 médicos por cada 10.000 habitantes, correría la
misma suerte que corrieron los centros de esa misión que funcionaban en
locales de la gobernación del Estado Miranda. Irremediablemente BARRIO
ADENTRO dejaría de existir en un gobierno de derecha y no se trata de lo
que diga o niega el majunche, es un problema de convicción política y
económica de la derecha y del capitalismo.
Son esos mismos fundamentos los que definirían el destino de la inversión
en educación. Así como los esclavistas estaban convencidos que la
educación sólo debería ser impartida a los de su clase, así mismo las
oligarquías son enemigas del gasto público en educación. Si algunas
concesiones hacen, siempre serán migajas y sólo para paliar los
conflictos sociales.
Los que duden de esto, sería bueno que investigaran que ocurría en
Venezuela con la inmensa mayoría de los bachilleres, cuando al país lo
gobernaba la derecha; por qué había más de millón y medio de analfabetos,
por qué era alarmante la deserción escolar y por qué el estado de
deterioro de las escuelas públicas. Que investiguen por qué fueron
cerradas las escuelas técnicas, los comedores escolares y algunas
universidades públicas.
La derecha, como representante de la oligarquía no cree en la educación
gratuita y mucho menos para el pueblo. Para ellos la educación es un
negocio y una manera (cuando no se brinda) de mantener a los hijos del
pueblo como mano de obra barata… Con ellos estudia el que tiene con que.
No es difícil suponer entonces que las 6,800 ESCUELAS BOLIVARIANAS (1,4
por cada día de gobierno) con sus comedores escolares; los 6.300
SIMONCITOS (1,3 por día de gobierno); los 182,000 estudiantes que antes
no tenían cupo y ahora estudian en la UNIVERSIDAD BOLIVARIANA; los
nuevos 23 NÚCLEOS DE LA UNEFA y sus 250.000 estudiantes; los 700.000
estudiantes de la MISIÓN SUCRE; los 270.000 becarios, el millón
setecientas mil computadoras CANAIMITAS regaladas a los niños de las
escuelas públicas y pare usted de contar, serían enviadas al mismísimo
demonio en un gobierno de Capriles o mejor dicho de la derecha.
Claro que Capriles dice que va a mantener las misiones, pero ¿Qué otra
cosa podría hacer? acaso ¿Si dijera que las va a eliminar ganaría algo?
Con el majunche repetiríamos la triste historia de la educación
venezolana en la cuarta que es la misma historia que hoy viven los
estudiantes de Chile, España, Grecia; Portugal, Estados Unidos y tantos
otros países gobernados por las oligarquías.
Y cambiado de tema, ¿Qué cree usted, amigo lector, ocurriría con las
3.654.681 hectáreas arrebatadas al latifundio y que han permitido
incrementar la producción agrícola de 17.160.577 a 24.315.411 (42%)
toneladas anuales de alimentos? ¿Acaso no acusan de ladrón al comandante
por expropiar tierras ociosas, que para colmo de males pertenecen al
Estado?
No creemos que se necesite de mucho intelecto ni de un gran esfuerzo
mental para saber que pasaría al día siguiente de la hipotética e
imposible toma de posesión del operador de la derecha, con los campesinos
que hoy producen en esas tierras.
Chávez está empeñado en resolver un problema que no ha sido resuelto por
ningún gobierno del planeta… la carencia de una vivienda propia y diga.
La GRAN MISIÓN VIVIENDA VENEZUELA construirá TRES MILLONES DE VIVIENDAS
para el 2019, fecha para la cual el país tendrá 30 millones de
habitantes. Eso significa otorgar vivienda a LA MITAD DE LA POBLACIÓN e
incluye a los que hoy tienen casas pero no en condiciones dignas.
¿Ha usted escuchado de algún proyecto similar en el mundo? ¿Cuál es la
experiencia de Venezuela con la derecha y la oligarquía cuando fueron
gobierno?
Al respecto la posición de Capriles es pública y notoria. Niega los
logros, desconoce las 230.000 viviendas entregadas en 16 meses e intenta
minimizar los resultados.
Es que no puede hacer otra cosa, en un gobierno suyo jamás se invertiría
en eso y por lo tanto no puede ni debe reconocer que es posible hacerlo.
Que nadie se equivoque, con un gobierno de derecha, tiene casa quien
puede y quien esté en capacidad de responder a la voracidad de una banca
privada que Venezuela y en el mundo ha dejado en claro como suele actuar.
¿Y que pasaría con el empleo y la posibilidad de dejar de ser pobre?
Cuando el pueblo se hizo gobierno con Chávez el desempleo rondaba el 16%,
y el empleo informal el 47%. Esto era la causa de que los pobres rondaran
el 45% y de ellos el 18% viviera en pobreza extrema. Estos indicadores se
incrementaron alarmantemente durante 2002 y 2003 gracias al accionar de
una derecha fascista que maniobró para destruir al país con tal que el
pueblo dejara de confiar en Chávez. En ese periodo el desempleo llegó a
ubicarse en 20% y la pobreza creció hasta 55% (de ellos 25% en pobreza
extrema)… que patriotas.
Hoy, el desempleo en Venezuela es de 7%; el empleo formal ha crecido
hasta 60% y la pobreza es de 26% (7% de pobreza extrema). De estos logros
habría que olvidarse en caso de contar alguna vez con un gobierno al
servicio de una oligarquía enemiga de invertir en favor de los más
humildes.
Por último (se nos acaba el espacio) permítanos suministrarle algunos
indicadores que para nada interesan a la derecha y mucho menos Radonski:
Venezuela tiene el salario mínimo más alto de América Latina (698,6
dólares al mes) ¿Mantendría la oligarquía ese logro? Venezuela es el
quinto país del mundo con mayor porcentaje de jóvenes en universidades.
Los pensionados crecieron en el gobierno de Chávez 452% y hoy suman más
de dos millones. El acceso al agua potable creció de 68 a 96% con el
gobierno revolucionario. El número de kilogramos por persona y por año
que se consume en Venezuela creció de 365 a 510 ¿será que los ricos ahora
comen más o es el pueblo el que está comiendo más y mejor?
Como ya dijimos en un gobierno de la derecha, todos estos logros y
beneficios serían eliminados, pues el dinero que se invierte para
resolver los problemas del pueblo tendrían que ser usados según la lógica
del capitalismo para beneficio de los empresarios.
arellanoa@pdvsa.com