Recientemente, el canciller británico William Hague se pronunció en forma insólita contra el derecho que tiene Ecuador de conceder inmunidad diplomática al periodista Julián Assange, a quien en Suecia le inventaron una acusación de “acoso sexual”, con el propósito de detenerlo y juzgarlo por las revelaciones hechas por su organización “Wikileaks”, de miles de documentos gubernamentales, principalmente estadounidenses, que comprometen seriamente la idoneidad, moralidad, ética y legalidad de las actuaciones internacionales de esas naciones. Assange, ante el acoso de varios gobiernos, incluyendo el de su país de origen: Australia, decidió asilarse en la embajada de Ecuador en Londres hace dos meses.
Repugna que el embajador del imperialismo inglés haya dicho que su gobierno no concederá el salvoconducto, para que Assange abandone Inglaterra y viaje a Ecuador. Pero es más que condenable y preocupante su afirmación de que su país no reconoce la figura de asilo diplomático dada por Ecuador, lo que significa que podrían ingresar policialmente a la embajada, secuestrar al periodista y luego deportarlo a Suecia, donde se le cobrará judicialmente sus acciones en favor de la libertad de información. Esto demuestra la consideración que le merecen al gobierno de su majestad los países del tercer mundo. Continúan siendo colonialistas.
Y aquí quiero referirme a nuestro país. “Globovisión” vive defendiendo su libertad de prensa e información, pero al tratar el caso de Assange adopta la posición del imperio inglés y de las transnacionales de la comunicación. No cuestionan al canciller inglés, sino al gobierno de Correa porque supuestamente maltrata a un poderosísimo diario ecuatoriano. Por favor señores periodistas… Es que en este país la gente no puede tener ni un ápice de sindéresis. Ecuador es libre y soberano y decide a quien dar y a quien no dar asilo y punto. Si el asilo hubiera sido dado por un país europeo, el canciller inglés nunca hubiera dado esas declaraciones.
Desconocer el derecho internacional y amenazar con desconocer la inmunidad diplomática de la embajada de un país es un acto de guerra. Es algo que no se le puede permitir a ningún país por más poderoso que sea. A un venezolano tiene que hervirle la sangre ante este tipo de violaciones. No se puede estar en un caso como éste del lado del abuso imperial, mucho menos de la nación conquistadora, colonialista y genocida por excelencia, que nos arrebató una buena parte de nuestro territorio y que, con esta actitud, pretende retrotraernos a etapas para muchos ya superadas, pues dicen que el imperialismo mundial “se está desmoronando”, pero que venimos alertando están muy lejos de haberlo sido.
Quisiera conocer la opinión del candidato de la MUD sobre este caso; la del Presidente ya la conozco.
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