En Venezuela, varias personas gozan en este año de selecta y exclusiva notoriedad comunicacional y pública; además de los y las candidatos a la presidencia de la república como es muy bien sabido, además se suben al escenario de las personalidades los diferentes directores de las empresas encuestadoras que son esperados con ansiedad en las ruedas de prensa y en los programas de opinión, tal cual como ídolos musicales del momento para conocer de sus bocas, las valoraciones y todo el vasto mundo subjetivo de las mentes de las y los venezolanos que ellos logran magistralmente interpretar y cuyas ideas personales de la población encuestadas logran descifrar y descubrir detrás los fríos números.
Ahora bien, las encuestas tienen su valor y en su justiprecio se tiene que tasar, más allá no! por la estricta concepción conductista que manejan; pero bueno, es interesante saber un tanto de ellas pero sin llegar a enamorarse. Así nos los advertían algunos profesores hasta de la propia cátedra en el Postgrado de Ciencia Política porque la Política con toda su complejidad es la Política. Valga el ejemplo: Qué opinan las y los seguidores de Capriles Radonsky sobre el “paquetazo” que se traen oculto en e seno de la MUD. U otra pregunta: ¿Qué sabe Ud. del contenido del “paquetazo” que se tienen oculto en las espaldas Capriles Radonsky y la MUD?
Lo cierto de todo lo dicho, es que está por delante, vencer la ABSTENCIÓN que cada día es menos pero aún significativa y que es una conducta consciente, además es una herramienta política para expresar una posición política.
Además está presente en el escenario electoral:
1.- El VOTO CASTIGO que se ejerce para sancionar o repudiar la conducta o posiciones o ejecutoria política de con quien se discrepa.
2.- Aparece en el horizonte la APATÍA ELECTORAL cuando el contenido de las campañas, así como los y las candidatas no motivan al electorado.
3.- También se ha de considerar la INDIFERENCIA ELECTORAL, quienes adolecen de este padecimiento, les importa un bledo lo que acontezca que si bien gana uno o gana el otro, le resulta indiferente.
La persona que sufre de Apatía Electoral se puede ir a la playa o considerar el día de la fecha electoral como un día más mientras campanea un escocés.
En tanto, los y las que padecen de la Indiferencia Electoral estarán campaneando su cepa de 18 años preferida mientras comentan solamente a favor o en contra de lo que su mundo interno le dicta.
4.- Otro factor que también contamina y deja su secuela negativa social e institucional es el TRIUNFALISMO ELECTORAL derivado del exceso de confianza, considerando a su candidato de la mejor calidad y con buena aceptación popular guiándose por lo que vio en la prensa o televisión, pero estima esta persona que con las simpatías obtenidas por el candidato ya acumula los votos necesarios para triunfar, por lo tanto, no se molesta en sufragar.
Y como dicen la mayoría de los narradores deportivos: la mesa está servida! Leamos de nuevo el título del presente artículo.
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